En este artículo se realiza una revisión actualizada del papel de la anemia en la insuficiencia cardiaca y el posible futuro de nuevas opciones terapéuticas para su corrección.
Aproximadamente un tercio de los pacientes con insuficiencia cardiaca presentan anemia, cuyo origen es multifactorial. Su presencia se asocia a peor pronóstico, pero los tratamientos orientados a su corrección no han mostrado beneficios, como la transfusión de concentrados de hematíes o la estimulación de la eritropoyesis. La administración de hierro endovenoso si ha demostrado efectos positivos, tanto en pacientes con anemia como sin ella, es decir, en relación con el déficit de hierro. En base a ello, las guías de práctica clínica consideran como único objetivo terapéutico dicho déficit, medido a través de los niveles de ferritina y la combinación del mismo con el índice de saturación de transferrina, siendo este último el que presenta correlación con el pronóstico. La anemia ha quedado marginada al capítulo de las comorbilidades y como marcador de riesgo. Pero, ¿están todas las puertas cerradas a la posibilidad de que la anemia sea un objetivo terapéutico? Hay diferentes tipos de anemia, entre ellos la “pseudoanemia” debida a sobrecarga de volumen y probablemente responsable, en parte, de los efectos neutros del estudio RED-HF. Por tanto, debemos conocer el tipo de anemia, diseñar una estrategia terapéutica adaptada a sus mecanismos y testar sus beneficios. Actualmente se están investigando nuevas formas de tratar la anemia, con estudios desarrollados principalmente en el ámbito de la enfermedad renal. Los estabilizadores del factor inducible por la hipoxia y los bloqueantes de la hepcidina parecen las estrategias más prometedoras para la mejora de los niveles de hemoglobina, pero actualmente no disponemos de datos en el ámbito de la insuficiencia cardiaca, que permitan considerar la anemia como target terapéutico.
Referencias:
- JACC Heart Fail. - Anemia in Heart Failure. Still Relevant?.
Comentario del Dr. Marcos García Aguado
El Dr. Marcos García Aguado es especialista en cardiología, desempeñando su actividad en el Hospital Universitario de Móstoles y en la Universidad Rey Juan Carlos. Está implicado en la investigación clínica, participando en estudios internacionales en el ámbito de la insuficiencia cardiaca como investigador principal.