Comentario del Autor: Dr. Francisco José Hidalgo Lesmes
La administración de ivabradina en pacientes con insuficiencia cardiaca en su fase de descompensación es segura y a la vez permite optimizar el control de la frecuencia cardiaca, parámetro con marcado valor pronóstico en este tipo de pacientes.
El objetivo de este estudio fue analizar y comparar la evolución a largo plazo de los pacientes que habían sido incluidos en los dos brazos del estudio ETHIC-AHF, donde recordamos que se aleatorizaron pacientes ingresados por insuficiencia cardiaca aguda a recibir tratamiento con bloqueadores beta con posibilidad de adición de otros fármacos bradicardizantes si no se conseguía el objetivo de frecuencia cardiaca una vez alcanzada la dosis óptima o máxima tolerada de betabloqueantes; frente a la estrategia de intervención, donde se iniciaba directamente el tratamiento combinado con ivabradina más betabloqueantes. El objetivo primario del estudio ETHIC-AHF fue el análisis de la frecuencia cardiaca a los 28 días del alta hospitalaria, siendo significativamente menor en el grupo de intervención. Los resultados extraídos del análisis a largo plazo, con un seguimiento medio de 27 ± 11 meses muestran que:
- Los pacientes que inicialmente fueron aleatorizados a la estrategia de intervención contínuan presentando unas cifras de frecuencia cardiaca media significativamente menores a los pacientes del grupo de tratamiento recomendado por las guías europeas de práctica clínica actuales (62 vs 69 lpm, p < 0,05).
- El porcentaje de pacientes que continúan recibiendo tratamiento con betabloqueantes es similar en ambos grupos (95 vs 89 %, p = 0,49) así como el porcentaje de pacientes que continúan recibiendo al menos dosis medias de éstos (39 vs 54 %, p = 0,56).
- Aunque el porcentaje de pacientes que se encontraba recibiendo Ivabradina era numéricamente superior en el grupo de intervención, estas diferencias habían perdido la significación estadística a este tiempo de seguimiento (68 vs 43 %, p = 0,085). Donde sí persistían las diferencias eran en el porcentaje de cada grupo que alcanzó la dosis máxima de este fármaco (85 vs 10 %, p < 0,001).
- Con respecto a la fracción de eyección ventricular izquierda, los resultados previamente publicados demostraban que aunque en ambos grupos mejoraba de forma significativa a los 4 meses con respecto a la presentada al ingreso, esta mejoría era significativamente mayor en el grupo de intervención. Al analizarla al seguimiento, seguían existiendo diferencias numéricas superponibles a las reportadas a los 4 meses aunque sin alcanzar la significación estadística, probablemente debido al tamaño muestral analizado (48,5 vs 42 %, p = 0,1).
- Otro de los puntos destacables del análisis a largo plazo del estudio ETHIC-AHF es la ausencia de reacciones adversas farmacológicas que puedan estar en relación con la administración de ivabradina en la fase más vulnerable de la insuficiencia cardiaca, que es el ingreso por descompensación, ya sea de novo o crónica descompensada.
- Finalmente, llama la atención que los pacientes que habían sido aleatorizados a la estrategia de intervención presentaban una probabilidad un 48 % inferior a los pacientes del grupo control de presentar un reingreso por insuficiencia cardiaca o mortalidad de causa cardiovascular, con una HR de 0,52 (0,28-1,36). Aunque no alcanza la significación estadística ya que no era un estudio diseñado para demostrar este tipo de endpoints, sin embargo cabe destacar estos datos dado lo llamativo en términos numéricos.
Referencias:
- Rev Esp Cardiol. - Effect of Early Treatment With Ivabradine Plus Beta-blockers on Long-term Outcomes in Patients Hospitalized With Systolic Heart Failure.
Comentario del Dr. Francisco José Hidalgo Lesmes
Licenciado en Medicina por la Universidad de Córdoba. Residencia de cardiología en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba (2012-2017). Médico especialista en Cardiología en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba (2017-actualidad). Doctor en Medicina por la Universidad de Córdoba (2018).