Comentario del Autor: Ignacio Gallo Fernández
La enfermedad arterial coronaria es la principal causa de insuficiencia cardíaca y disfunción del ventrículo izquierdo. Para pacientes con anatomía coronaria compleja y una fracción de eyección ventricular izquierda (FEVI) inferior al 35 %, la cirugía de revascularización coronaria (CABG) es la opción indicada, aunque la revascularización percutánea puede considerarse en ciertos casos. La presencia de una oclusión coronaria crónica (CTO) en pacientes con enfermedad multivaso y FEVI reducida dificulta el procedimiento percutáneo, aumentando el riesgo de complicaciones. En este escenario clínico desafiante, el desarrollo de dispositivos de soporte hemodinámico percutáneo, como el sistema Impella, ha abierto nuevas posibilidades terapéuticas. Estos dispositivos permiten mantener un adecuado gasto cardiaco durante procedimientos prolongados, mitigando el riesgo asociado a la isquemia inducida por el procedimiento. Sin embargo, la evidencia sobre su uso específico en este contexto, sigue siendo limitada y controvertida.
Nuestro estudio recientemente publicado enCatheterization and Cardiovascular Interventions, evalua los resultados de una cohorte multicéntrica de 27 pacientes con FEVI ≤35% y al menos un CTO sometidos a ICP con soporte de Impella CP. Esta cohorte presentaba características de alto riesgo: SYNTAX score promedio de 35±11, EuroSCORE II de 5.07±3.8, y predominio de síntomas avanzados (48% CCS Angina Grade III-IV y 74% NYHA III-IV).
Los resultados del estudio mostraron una tasa de eventos adversos cardiovasculares mayores (MACE) del 11% a los 90 días. Este dato es particularmente relevante si se considera la complejidad de los casos tratados. Además, se observó una mejoría significativa en la fracción de eyección ventricular izquierda (FEVI), con un aumento medio del 10%, lo que refleja no solo el éxito técnico del procedimiento, sino también un beneficio clínico tangible para los pacientes.
Uno de los aspectos más destacados del estudio fue la mejoría sintomática reportada por los pacientes. El 81% de ellos experimentaron una reducción significativa en la angina o la disnea a los 90 días, lo que subraya el impacto positivo de la revascularización completa en la calidad de vida. Este hallazgo es especialmente importante, ya que muchos de estos pacientes habían sido rechazados para cirugía de bypass coronario (CABG) debido a su alto riesgo quirúrgico, lo que limitaba sus opciones terapéuticas.
El uso de Impella en estos procedimientos de alto riesgo proporciona un soporte hemodinámico crucial, permitiendo realizar intervenciones más complejas con mayor seguridad. En este estudio, el dispositivo demostró ser particularmente útil en casos donde se anticipaba una isquemia prolongada, como en los abordajes retrógrados o la revascularización de múltiples territorios. Aunque se observaron complicaciones vasculares relacionadas con el acceso del dispositivo (15%), en su mayoría fueron manejables y no comprometieron los resultados globales.
Comparado con estudios previos, como el PROTECT III, este trabajo aporta evidencia adicional sobre la seguridad y eficacia del uso de Impella en ICP de alto riesgo, con un enfoque específico en pacientes con CTO. Este subgrupo de pacientes, tradicionalmente excluido de muchos estudios, representa uno de los desafíos en la cardiología intervencionista, y los resultados de este estudio sugieren que el soporte circulatorio mecánico puede ser una herramienta valiosa en su manejo.
Este trabajo representa un avance en el campo del intervencionismo complejo, ofreciendo esperanza terapéutica para una población tradicionalmente excluida de opciones de revascularización. Su integración en la práctica clínica requerirá, no obstante, de una cuidadosa valoración riesgo-beneficio individualizada.
Referencias:
- Catheterization and Cardiovascular Interventions. - Mechanical Circulatory Support With Impella in High-Risk Patients With Chronic Total Occlusion and Complex Multivessel Disease

Ignacio Gallo Fernández