Las urgencias hipertensivas causan una morbilidad y mortalidad considerables, sobre todo cuando hay lesiones orgánicas agudas. Es esencial aplicar estrategias cuidadosas y eficaces para reducir la presión arterial y disminuir los efectos de las lesiones mediadas por la presión.
Aunque la selección de fármacos antihipertensivos específicos varía poco entre las distintas formas de urgencias hipertensivas, la intensidad de la reducción de la presión arterial hasta la presión objetivo difiere sustancialmente. El tratamiento depende del equilibrio entre los efectos positivos de la reducción de la presión arterial y los posibles efectos negativos de la hipoperfusión de órganos en pacientes con mecanismos de autorregulación alterados.
Cuando los pacientes no presentan lesiones orgánicas agudas además de hipertensión grave, se benefician de un enfoque conservador y ambulatorio del control de la presión arterial. En todos los casos, el control a largo plazo de la presión arterial es primordial para prevenir las urgencias hipertensivas recurrentes y mejorar el pronóstico general.
En esta revisión se analizan las pruebas y directrices actuales sobre la evaluación y el tratamiento de las urgencias hipertensivas.
Referencias: