La cardioversión de corriente directa es un método comúnmente utilizado para devolver a los pacientes con fibrilación auricular al ritmo sinusal normal. Sin embargo, no siempre es eficaz, especialmente en pacientes con factores que aumentan la impedancia transtorácica, como un mayor índice de masa corporal o características anatómicas. La aplicación de presión manual en el pecho durante la entrega de la descarga podría mejorar la eficacia de la cardioversión al reducir la impedancia y aumentar la entrega de energía al corazón. El ensayo PRESSURE-AF evaluó si la presión manual en el pecho durante la cardioversión de corriente directa mejora la eficacia del procedimiento en pacientes con fibrilación auricular.
Objetivos del estudio
El objetivo principal del estudio fue evaluar la eficacia y seguridad de la presión manual en el pecho aplicada desde el primer choque durante la cardioversión de corriente directa para fibrilación auricular, utilizando una colocación de almohadillas anterior-posterior. Se comparó el total de julios requeridos por encuentro de paciente entre el grupo de intervención (presión en el pecho desde el primer choque) y el grupo de control (sin presión en el pecho).
Métodos
El estudio PRESSURE-AF fue un ensayo clínico aleatorizado, multicéntrico, ciego para los pacientes y el análisis, que incluyó a 311 pacientes de tres centros en Nueva Gales del Sur, Australia. Los participantes tenían 18 años o más, estaban referidos para cardioversión de fibrilación auricular, y habían recibido anticoagulación durante al menos tres semanas o habían tenido un ecocardiograma transesofágico que descartaba trombos en el apéndice auricular izquierdo. Los pacientes fueron aleatorizados para recibir presión en el pecho desde el primer choque o solo en el último choque. Los resultados principales incluyeron el total de energía (julios) requerida por paciente y el éxito del primer choque.
Resultados
- Requisitos energéticos y éxito del primer choque: No hubo diferencias significativas en los julios totales aplicados por encuentro entre el grupo de control y el grupo de intervención (356,4 ± 301 vs 413,8 ± 347; P=0,25). Del mismo modo, no hubo diferencias significativas en el éxito del primer choque, el total de choques proporcionados, la impedancia promedio y el éxito de la cardioversión. El éxito de la cardioversión fue similar en ambos grupos, con un 94,1% en el grupo de control y un 91,5% en el grupo de intervención.
- Seguridad y efectos adversos: No se encontraron diferencias significativas en los eventos adversos entre los grupos. Los efectos adversos graves fueron bajos en ambos grupos, sin incidentes de choque al procedimentalista. Hubo un evento de aspiración durante la recuperación en el grupo de intervención, que requirió admisión a la unidad de cuidados intensivos y ventilación no invasiva.
- Análisis de subgrupos: Los análisis predefinidos en función del índice de masa corporal, el índice de volumen auricular izquierdo, la edad y la terapia médica de base (control de frecuencia y control de ritmo) no mostraron interacción con el efecto del tratamiento. En un análisis post hoc que evaluó solo los tres primeros choques, no hubo diferencia en los julios totales entre los grupos de control e intervención (323 ± 232 frente a 354 ± 245, respectivamente; P=0,26) y un éxito general mejorado en el grupo de control (91,5% frente a 84,2%, P=0,049).
Discusión
Este ensayo aleatorizado muestra que la aplicación rutinaria de presión manual en el pecho no reduce los requisitos energéticos para la cardioversión de fibrilación auricular. Además, no mejora el éxito del primer choque ni reduce la impedancia transtorácica durante la cardioversión. Estos resultados contrastan con estudios previos que sugerían un beneficio de la presión en el pecho, lo que puede deberse a varios factores, como el uso de energías iniciales más altas o la diferencia en el método de aplicación de presión.
Conclusiones
El estudio PRESSURE-AF concluye que la presión manual en el pecho durante la cardioversión de corriente directa para fibrilación auricular no mejora la eficacia del procedimiento. Aunque es una técnica segura y factible, no se asoció con beneficios cuando se administró de forma rutinaria. Estos hallazgos sugieren que no se justifica la complejidad adicional de aplicar presión en el pecho durante la cardioversión, y que simplificar el procedimiento podría mejorar la eficiencia tanto para los pacientes como para los sistemas de salud.
Referencias: