La miocardiopatía hipertrófica (MCH) es una patología con una prevalencia de 1:200 a 1:500 causada por mutaciones en genes sarcoméricos, causando una desorganización del tejido miocárdico (disarray) con una expresión fenotípica muy variada. El diagnóstico principalmente se realiza con la anamnesis, el electrocardiograma, el ecocardiograma, la resonancia magnética y el estudio genético.
Hace ya unos años que se está estudiando la utilidad de los micro-RNA (miRNA) circulantes en plasma como biomarcadores, reflejando procesos patológicos, entre ellos de las enfermedades cardiovasculares (insuficiencia cardiaca, daño miocárdico…). Dichos biomarcadores, que actúan como reguladores post-transcripcionales de la expresión génica, permiten muchas veces realizar un diagnóstico más precoz y de manera no invasiva.
El objetivo de este estudio fue profundizar en el estudio de los miRNA como biomarcadores potencialmente útiles en la MCH. Se reclutaron 24 pacientes con MCH y 11 controles sanos. Los criterios de exclusión fueron enfermedad inflamatoria, hepática, respiratoria o neoplásica. Se extrajeron muestras de plasma en fase ambulatoria y se realizó un ecocardiograma y una resonancia magnética cardiaca con realce tardío en todos los pacientes.
Como era de esperar, los pacientes con MCH tenían mayores diámetros del septo y pared posterior, mayor masa ventricular y gradiente del tracto de salida del ventrículo izquierdo (TSVI). Tenían también mayor valor de NTproBNP y troponina T. La fibrosis miocárdica fue detectada en pacientes con MCH y en ninguno de los controles. De todos los pacientes con MCH, un 29% tenían fenotipo obstructivo. Entre los dos grupos del estudio no hubo diferencias significativas en cuanto a la edad, sexo, altura, peso, antecedente de fibrilación auricular, presión arterial o frecuencia cardiaca en reposo.
Se cuantificaron hasta 800 miRNAs diferentes en total. De todos ellos, seis tenían mayor concentración de manera significativa en el plasma de los pacientes con MCH que en el de los controles (miR-1, miR-314, miR-4454, miR-495-3p, miR-499-5p y miR-627-3p). Otros miRNAs estudiados previamente y con relación con MCH no se encontraron elevados de manera significativa en este estudio (miR-133a, miR-199a, miR-29a). Únicamente 3 de los 6 miRNA identificados (miR-1, miR-495-3p, miRNA-4454) se validaron con la técnica considerada como “gold standard” (RT-PCR), como una nueva aproximación de screening. El miR-1 y miR-495-3p ya se habían relacionado previamente con enfermedad cardiaca, no obstante, es la primera vez que se identifica el miRNA-4454 como potencial biomarcador de MCH.
Los niveles de miRNA-4454 (pero no los de miR-1 ni miR-495-3p) se correlacionaron con la extensión de fibrosis miocárdica detectada por RMNc y con el grosor del septo en todos los sujetos con MCH. Como limitaciones del estudio, la n de pacientes con MCH es baja, por lo que habría que considerarlo como un generador de hipótesis para ser validadas en cohortes más largas.
Por lo tanto, se trata del primer estudio que asocia miRNA-4454 con fibrosis e hipertrofia en pacientes con MCH. Dado que la fibrosis miocárdica es un predictor importante de arritmias cardiacas y por lo tanto de muerte súbita, encontrar un marcador específico para la fibrosis tiene un interés particular. A parte del miR-29A, comúnmente aceptado como marcador de fibrosis cardiaca, ningún otro miRNA había sido claramente asociado a la fibrosis hasta la fecha.
Referencias:
- Biomolecules. - A Novel miRNA Screen Identifies miRNA-4454 as a Candidate Biomarker for Ventricular Fibrosis in Patients with Hypertrophic Cardiomyopathy.
Comentario de la Dra. Helena Resta Saurí

Graduada en Medicina por la Universidad de Girona, actualmente residente de quinto año de la especialidad de cardiología en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. Ha publicado diversas comunicaciones en congresos nacionales y participa activamente en diversos proyectos de investigación en su centro de formación. Twitter: @helenarsauri