Los pacientes portadores de dispositivos cardíacos implantables (DCI) y cables abandonados suponen una contraindicación absoluta para la realización de estudios de resonancia magnética (RMN). Se presenta el estudio más numeroso que explora este ámbito con buen perfil de seguridad en sus resultados.
Aproximadamente el 50-70% de los pacientes portadores de dispositivos cardiacos implantables (DCI) tienen indicación de realizarse un estudio de resonancia magnética (RMN) a lo largo de su vida. La tendencia a futuro es que se establezca como una de las pruebas diagnósticas de elección para muchas patologías siendo un hándicap para estos pacientes. Mientras el desarrollo de DCI compatibles con RMN está en auge, existen muchos pacientes con sistemas antiguos, considerados no compatibles. Recientes estudios sugieren seguridad en estos dispositivos lo que ha ido modificando directrices de consenso para su uso, sin embargo la presencia de cables abandonados supone “a priori” un riesgo mayor por el efecto calentamiento, siendo actualmente una contraindicación y quedando fuera de los estudios. A la vez que la población con dispositivos crece, el número de pacientes con dispositivos abandonados lo hace de manera paralela, haciendo necesario nuevos estudios que exploren este ámbito clínico.
Se presenta un estudio descriptivo de una cohorte de pacientes con electrodos abandonados del Hospital Universitario de Pennsylvania entre los años 2013-2020 a los que se les sometió a una RMN de 1,5 Teslas.
Previa a la realización de la prueba el DCI fue interrogado para determinar los valores basales y se reprogramó el dispositivo según las necesidades del paciente. Durante la RMN los pacientes estaban monitorizados, tenían contacto visual y por voz con un equipo médico formado, además se les instruyó en los síntomas que podrían tener durante la prueba.
Los criterios de efectos adversos establecidos fueron variaciones en umbral de captura mayor o igual al 50%, sensado mayor o igual al 40% e impedancia del mayor o igual 30%, sensación de quemazón en el pecho, zona del bolsillo, aparición de taquiarritmias, cambios en los signos vitales o cambios en el la frecuencia de estimulación.
Se reclutaron un total de 139 pacientes con una mediana de edad de 65 años, sometidos a 200 RMN de múltiples áreas anatómicas incluyendo la región torácica.(42% cerebral, 25% cardiaca, 14% columna vertebral). En la muestra, había un total de 243 cables abandonados con una media de 1,22 electrodos abandonados/paciente. Se incluyeron todo tipo de electrodos, la mayoría el 39% electrodos correspondian a electrodos del ventrículo derecho, además se incluyeron electrodos epicárdicos, electrodos de seno coronario y cables subcutáneos. No hubo criterios de exclusión según tipo de dispositivo, incluyendo todo tipo de marcapasos y desfibriladores. El 46% de los pacientes eran dependientes de marcapasos en la muestra.
Si se analizan los resultados, únicamente se objetivan 6 efectos adversos, destacando un descenso significativo en el sensado auricular en 4 pacientes. En 3 pacientes se reprogramó la sensibilidad de manera apropiada sin secuelas. El sensado volvió a la normalidad en los 4 pacientes en el seguimiento de 5 días-20 meses. Un paciente tuvo descenso en el sensado ventricular de un electrodo coronario con recuperación posterior. Como evento más destacable, un paciente con un electrodo subcutáneo abandonado refirió calor durante la prueba motivando su suspensión. A largo plazo se siguieron 83/143 pacientes, sin adversos significativos en una media de seguimiento de 15 meses. No hubo otros efectos adversos destacados.
Conclusiones
Los cables abandonados se han considerado inseguros para el estudio con RMN debido al riesgo de calentamiento por su material ferromagnético, resultando en posibles daños potenciales como son daño miocárdico por quemadura. Históricamente se han considerado una contraindicación absoluta para la realización de RMN. El desarrollo de sistemas compatibles con RMN que cumplan requisitos específicos ha permitido acceder a la realización de estas pruebas a un número importante de pacientes con DCI, sin embargo aquellos con cables abandonados quedan exentos por estar fuera de los estudios como el MagnaSafe registry.
Este estudio añade seguridad a la realización de estudios con RMN a pacientes con cables abandonados, representando el estudio más numeroso de pacientes incluyendo todo tipo de dispositivos (endocárdicos/epicárdicos) subcutáneos, con una presencia de reacciones adversas del 3% la mayoría de ellos relacionadas con alteración en la sensibilidad del cable auricular situación ya descrita en estudios previos.
El riesgo de realizar estudio con RMN de 1,5 Teslas en pacientes con electrodos abandonados es bajo en este estudio. Este trabajo va añadiendo datos al debate sobre la contraindicación absoluta en este tipo de pacientes.
Referencias:
- JAMA Cardiol. - Magnetic Resonance Imaging in Patients With Cardiac Implantable Electronic Devices With Abandoned Leads.
Comentario de la Dra. Carolina Tiraplegui Garjon
