Comentario del Autor: Pablo Zulet Fraile
La endocarditis infecciosa es una grave enfermedad cuya mortalidad continúa siendo alta a pesar de los recientes avances en las técnicas diagnósticas y las mejoras de las opciones terapéuticas.
En estudios recientes se han analizado las tendencias temporales de la endocarditis infecciosa en diversos países a lo largo de las últimas décadas. Sin embargo, son escasos los estudios de cohorte de ámbito nacional realizados para explorar las posibles disparidades entre distintas regiones de un mismo país.
El objetivo de nuestro estudio es proporcionar datos epidemiológicos sobre la endocarditis infecciosa en España, y comparar la incidencia, las características clínicas y microbiológicas y los resultados entre los diferentes servicios de salud de las Comunidades Autónomas (CCAA).
Llevamos a cabo un estudio retrospectivo, de base poblacional, con datos obtenidos a partir de la actividad hospitalaria nacional en pacientes ingresados entre enero de 2016 y diciembre de 2019. Se registraron de todos los pacientes ingresados en hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS) unos datos estándares anonimizados, que corresponden al conjunto mínimo básico de datos (CMBD) de España, una base de datos administrativa que incluye información tanto demográfica como clínica de todos los pacientes dados de alta de hospitales públicos afiliados al SNS.
Se detectaron 9.008 episodios de endocarditis infecciosa. La incidencia estandarizada de endocarditis infecciosa durante el periodo de estudio fue de 5,77 (IC95%, 5,12-6,41) casos cada 100.000 habitantes. Las tasas de incidencia estandarizadas fueron más del doble de altas en los varones que en las mujeres: 8,7 (IC95%, 8,5-8,9) frente a 3,6 (IC95%, 3,4-3,7) casos/100.000 habitantes). La media de edad fue de 69,5 (14,6) años, y 5.957 pacientes (66,1%) eran varones.
Los microorganismos aislados con más frecuencia fueron estafilococos (33,3%; el 19,0% Staphylococcus aureus y el 14,3% estafilococos coagulasa-negativos), seguidos de los estreptococos (20,8%) y los enterococos (15,3%). Se practicó cirugía cardiaca en un 19,3% de los episodios de la cohorte total y en un 33,4% de los episodios tratados en centros de referencia de alto volumen. La mortalidad hospitalaria fue del 27,2%.
Se observaron diferencias significativas en las tasas de incidencia estandarizadas entre las distintas CCAA, con valores que fueron de 3,6 a 8,5 casos/100.000 habitantes.
Por último, la mortalidad observada y la ajustada por riesgo presentó diferencias significativas entre las diferentes CCAA. La CCAA con valores más bajos de mortalidad ajustada fue Islas Baleares (22%), mientras que aquella con un valor más alto fue Cantabria (34,7%).
Los principales hallazgos de nuestro trabajo son los siguientes: en primer lugar, la incidencia de la endocarditis infecciosa es alta y superior a la descrita en estudios previos en España. En segundo lugar, el perfil clínico de los pacientes con endocarditis infecciosa se caracteriza por una edad avanzada y por una gran carga de comorbilidades. En tercer lugar, la tasa de mortalidad es alta y el porcentaje de pacientes tratados con cirugía es bajo en comparación con lo descrito en estudios de cohortes llevados a cabo en centros de referencia. Por último, hay grandes diferencias entre las distintas regiones españolas en cuanto a la incidencia, el perfil epidemiológico y el tratamiento y la evolución de los pacientes.
En comparación con el periodo 2003-2014, la tasa bruta de mortalidad hospitalaria ha aumentado del 20,4 al 27,2% en el presente estudio. Las razones de este incremento pueden ser un aumento del perfil de riesgo de los pacientes en los últimos años, con un envejecimiento progresivo de los pacientes con endocarditis infecciosa, una mayor prevalencia de comorbilidades como la diabetes mellitus y la insuficiencia renal crónica y una mayor incidencia de complicaciones hospitalarias (insuficiencia cardiaca, shock séptico) en comparación con el periodo anterior.
Los resultados del presente estudio pueden servir de base para la elaboración de estrategias específicas regionales y la creación de redes destinadas a mejorar el diagnóstico, el tratamiento y los resultados de los pacientes con endocarditis infecciosa en España.
Este estudio tiene varias limitaciones. En primer lugar, dado que los datos son poblacionales y se basan en la codificación realizada en los hospitales, su exactitud depende en cierta medida de la calidad de esa codificación. En segundo lugar, hay ciertas limitaciones por lo que respecta a la información disponible, como el tipo de adquisición (hospitalaria o adquirida en la comunidad), las técnicas invasivas o los ingresos hospitalarios previos y los procedimientos diagnósticos y terapéuticos aplicados durante la hospitalización por endocarditis infecciosa. En tercer lugar, no se dispuso de información microbiológica en un 20% de los casos, por lo que no está claro si estos episodios fueron de endocarditis infecciosa con cultivo negativo o si simplemente no se registró el germen causal. En cuarto lugar, no se evaluó el tiempo transcurrido entre la hospitalización por endocarditis infecciosa y la intervención quirúrgica. Esta falta de datos específicos en cuanto a la cronología impide aplicar un ajuste respecto al «sesgo del periodo de inmortalidad» en nuestro análisis multivariable de la mortalidad hospitalaria.
Referencias:
- Rev Esp Cardiol. - Regional differences in infective endocarditis epidemiology and outcomes in Spain. A contemporary population-based study