Los cigarrillos electrónicos son sistemas electrónicos de administración de nicotina que utilizan una base de propilenglicol/glicerina vegetal para administrar nicotina vaporizada y saborizantes. Los cigarrillos electrónicos se pusieron a la venta sin sólida evidencia sobre sus riesgos, seguridad a largo plazo o utilidad para dejar de fumar. Los ensayos clínicos sugieren que el uso de cigarrillos electrónicos con asesoramiento puede ser eficaz para reducir el consumo de cigarrillos, pero no la dependencia de la nicotina.
Sin embargo, los metanálisis demuestran que el uso de cigarrillos electrónicos no se asocia con dejar de fumar. Existen algunos efectos deletéreos ocasionados por su uso, como son activación simpática, rigidez vascular y disfunción endotelial. Los ensayos clínicos en usuarios de cigarrillos electrónicos no encontraron cambios en la función pulmonar en la espirometría, pero sí un aumento de biomarcadores de enfermedad pulmonar.
Estos estudios se realizaron en adultos, pero más del 30 % de los adolescentes en edad escolar han usado cigarrillos electrónicos, y en ellos desconocemos los potenciales riesgos. Además, existen evidencias que apuntan a la asociación entre el uso de cigarrillos electrónicos y una mayor incidencia de enfermedades respiratorias en personas que nunca han fumado. Es labor de todos evitar que los no fumadores y los adolescentes comiencen a usar cigarrillos electrónicos, y desaconsejar a los fumadores el uso dual (tabaco convencional y cigarrillos electrónicos) sin reducir o dejar de fumar.
Más información:
E-Cigarettes and Cardiopulmonary Health: Review for Clinicians.