La telemedicina ofrece una oportunidad de mejora para el manejo de la insuficiencia cardiaca más allá de las estrategias tradicionales. Sin embargo, su uso en la actualidad es muy limitado debido a varios obstáculos, como son una evidencia con resultados poco consistentes entre los diferentes estudios, las dificultades logísticas para su implementación a gran escala y otros aspectos legales y económicos.
La telemedicina nos ofrece una oportunidad para rediseñar y mejorar el cuidado de los pacientes con insuficiencia cardiaca fuera del hospital y la consulta de Cardiología. Sin embargo su puesta en práctica se está viendo limitada por una serie de obstáculos. La evidencia del beneficio de la telemedicina en insuficiencia cardiaca no ha sido demostrada de manera consistente en los diferentes estudios realizados hasta la fecha. Además, existen desafíos logísticos para su implementación debido al desconocimiento sobre cómo llevar las estrategias de telemedicina a la práctica clínica de una manera eficiente. Añadido a todo ello, la aplicación de todos estos esfuerzos se ve obstaculizada por aspectos regulatorios y económicos. Centrándonos en la evidencia existente, se ha estudiado una serie de intervenciones en materia de telemedicina para insuficiencia cardiaca, que van desde las basadas en llamadas telefónicas hasta la telemonitorización a través de dispositivos implantables. Un primer metanálisis que incluía 25 ensayos clínicos aleatorizados, la mayoría pequeños y de calidad variable, comparó el seguimiento telefónico estructurado y/o telemonitorización no invasiva frente al manejo habitual en insuficiencia cardiaca. Ambas intervenciones se asociaron con una reducción en la tasa de hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca. Sólo la telemonitorización no invasiva (tensión arterial, peso, electrocardiograma, tira de ritmo) se asoció con una reducción estadísticamente significativa en la mortalidad por todas las causas. En contraste con este metanálisis, estudios aleatorizados realizados recientemente, con mayor número de pacientes y de más calidad, no han mostrado beneficios de estrategias no invasivas de telemedicina. El estudio Tele-HF, con 1.653 pacientes recientemente hospitalizados por insuficiencia cardiaca, analizó un sistema interactivo telefónico que recogía información diaria sobre los síntomas y peso de los pacientes. El estudio BEAT-HF evaluó la efectividad de un sistema de educación pre-alta, seguimiento telefónico estructurado y telemonitorización remota en 1.477 pacientes hospitalizados por insuficiencia cardiaca. Ambos estudios no demostraron eficacia en la reducción de rehospitalizaciones ni mortalidad. La limitación principal de estos estudios fue la baja adherencia a las llamadas telefónicas y la telemonitorización. Un metanálisis más actualizado sobre el seguimiento telefónico estructurado y la monitorización no invasiva, incluyendo los estudios más recientes, confirmó el impacto positivo de ambas medidas en la reducción de mortalidad por cualquier causa y hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca. Sin embargo, el resultado global de este metanálisis se ve limitado por la inclusión de una gran variedad de estudios con diferente calidad, tamaño, tipo de intervención, adherencia y resultados. La evidencia de estudios a gran escala y de gran calidad metodológica, como el Tele-HF y el BEAT-HF, caracterizan la dificultad de las estrategias de telemedicina para mejorar los resultados en insuficiencia cardiaca. Por otro lado, también se ha estudiado diferentes estrategias invasivas con resultados dispares. En el COMPASS-HF se estudió la monitorización de presión intracardiaca continua con resultados neutros. El IN-TIME evaluó el impacto de la información de telemonitorización proporcionada por dispositivos de resincronización cardiaca y desfibriladores con beneficio clínico, reducción de hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca y mortalidad. Por último, el estudio CHAMPION demostró una reducción en las hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca con el dispositivo implantable CardioMEMS, un sensor de la presión arterial pulmonar. Como se deduce de la gran variedad de intervenciones, invasivas y no invasivas, con diferentes resultados y calidad de la evidencia, añadido a las dificultades para la implementación e importantes aspectos regulatorios y económicos, la telemedicina en insuficiencia cardiaca es un campo con muchas posibilidades pero un largo camino todavía por recorrer.
Referencias:
- JACC Heart Fail. Moving Beyond the Walls of the Clinic: Opportunities and Challenges to the Future of Telehealth in Heart Failure.
Comentario del Dr. Diego Iglesias del Valle
Unidad de Insuficiencia Cardiaca. Servicio de Cardiología. Hospital Universitario Infanta Sofía. San Sebastián de los Reyes, Madrid.