La reincorporación laboral al año después de un primer ingreso por insuficiencia cardiaca es baja a pesar de una baja mortalidad. Los factores predictores de estar trabajando al año son la edad joven, un elevado nivel socio-cultural y económico y el sexo masculino.
La reincorporación al trabajo debería ser un objetivo para todo paciente con una enfermedad crónica como la insuficiencia cardiaca, ya que determina su calidad de vida, mejora su autoestima y disminuye el riesgo de depresión, suicidio o enfermedad mental. Pero también debería ser un objetivo para los sistemas de salud y administrativos por su enorme impacto económico. En el momento actual se sabe poco sobre cómo es esta reincorporación al trabajo y que factores la determinan, ya que los pacientes más jóvenes en edad laboral con insuficiencia cardiaca están poco representados es los grandes estudios. En este artículo se analizan los datos de los sistemas de salud y administrativo públicos en Dinamarca, con el objetivo de valorar la reincorporación al trabajo después de un primer ingreso por insuficiencia cardiaca de la población con edad de trabajar y analizar los factores que la determinan. Se identificaron 11.880 pacientes con edades comprendidas entre los 18 y 60 años después de un primer ingreso por insuficiencia cardiaca como primer o segundo diagnóstico, que estaban trabajando al menos en las cinco semanas previas al mismo entre los años 1.997 y 2.012. Se analizaron variables como nivel socio-cultural, económico, número de ingresos, duración de los ingresos, número de visitas al médico, medicaciones dispensadas, ayudas económicas públicas, situación funcional o comorbilidades presentes en el momento del ingreso (diabetes, hipertensión arterial, fibrilación auricular, enfermedad pulmonar crónica, insuficiencia renal, accidentes cerebrovasculares o cáncer), con el objetivo de establecer cuáles de ellas podían influir en la reincorporación a la vida laboral al año después de un primer ingreso por insuficiencia cardiaca. Respecto a las características de los pacientes hay que señalar que sólo el 4% tienen entre 18 y 30 años, mayoritariamente son varones en todos los grupos de edad y que el subgrupo de edad entre 51-60 años es el que tiene más comorbilidades y más tratamiento médico tiene. El análisis al año indica que el 67% de los pacientes están trabajando, el 6.7 % han fallecido, el 0.5% han emigrado y el resto continúan de baja laboral. Se establecen como factores predictores para estar trabajando al año después de un primer ingreso por insuficiencia cardiaca: las edades más jóvenes, el 81% de los pacientes de 18-30 años están trabajando al año con un OR 3.12; 95% y CI (2.42-4.03), los niveles sociocultural y económico más elevados (estudios superiores vs estudios primarios OR 2.06; 95% CI (1.63-2.60) y el sexo masculino OR 1.22; 95% CI (1.12-1.34). Como predictores para continuar de baja laboral al año se encuentran: la presencia de comorbilidades asociadas, por ejemplo la enfermedad renal crónica OR 0.46; 95% y CI (0.36-0.59) y las estancias hospitalarias de más de 7 días OR 0.56; 95% CI (0.51-0.62). Quizá el dato más llamativo de este análisis sea que hasta un 30% de los pacientes no se reincorporan al trabajo al año después de un primer ingreso por insuficiencia cardiaca a pesar la baja mortalidad anual encontrada (7%). Al valorar este dato se plantean al menos dos cuestiones. La primera es si este hecho se debe sólo a la baja capacidad funcional de estos pacientes o si hay otros factores psicológicos cómo el miedo por parte de paciente, de los familiares, de los empleadores o de los propios médicos, a la hora de volver al trabajo. Y la segunda sería si una intervención con programas de rehabilitación completos y multidisciplinares que aborden también aspectos psicológicos y educacionales podrían hacer posible una mayor reincorporación laboral. Es evidente que el estudio tiene limitaciones importantes, en primer lugar no se recogen datos objetivos de capacidad funcional, estratificación por síntomas cómo la NYHA o datos de fracción de eyección. En segundo lugar se excluyen los pacientes que no estaban trabajando antes del ingreso, muchos de los cuales ya estaban previamente de baja laboral por insuficiencia cardiaca. En tercer lugar, en el análisis no están recogidas algunas comorbilidades como la depresión que pueden ser importantes en la reincorporación laboral y sólo se valoran comorbilidades presentes en el momento del ingreso y no las que se desarrollan después. Y finalmente, se trata de un estudio observacional realizado en un medio muy concreto con una sistema de salud público y de prestaciones por enfermedad muy amplio, lo que hace que los datos no sean extrapolables a otras realidades sociales.
Referencias:
- Circulation. Return to the Workforce After First Hospitalization for Heart Failure: A Danish Nationwide Cohort Study.
Comentario de la Dra. Inmaculada Fernández Rozas
Responsable de Unidad de Insuficiencia Cardiaca de Hospital Severo Ochoa, Leganés, Madrid.