Detallar todo lo que se ha publicado en el año que acaba de pasar en el ámbito de la imagen cardiaca es una misión casi imposible. Por tanto, fusilaremos únicamente algunos artículos que consideramos más relevantes por lo que aportan a la práctica clínica.
Empieza el año potente con una publicación en febrero de un documento de consenso sobre el estudio por múltiples técnicas de imagen de las miocardiopatías restrictivas (1). Abarca desde la eterna batalla del diagnóstico diferencial de la miocardipatía restrictica (MCR) con la pericarditis constrictiva (PC), hasta un minucioso desglose de los hallazgos en cada prueba, de cada una de las entidades que recoge. La ecocardiografía siempre al frente, apoyándose en las recomendaciones del 2016 de la ASE y EACVI para evaluar la disfunción diastólica (DD) e incluyendo técnicas más novedosas como el strain. La resonancia magnética (RM) toma fuerza, tanto para medidas de cavidades, caracterización de los tejidos (T1 grasa, T2 edema…), define el papel del realce tardío con gadolinio (patrones característicos y el valor pronóstico que aporta). Profundiza en técnicas especiales para diagnósticos más específicos como el T1 mapping en la extensión del edema y la fibrosis o el T2* para hemocromatosis. A este respecto, Pepe et al. (2) Describieron algunos hallazgos en pacientes con talasemia que se relacionaban con la aparición de insuficiencia cardiaca y arritmias, entre ellos la fibrosis, la disfunción ventricular y la sobrecarga homogénea de hierro). Las aportaciones del TAC son más limitadas, especialmente útil para detectar manifestaciones extracardiacas de estas patologías o el grosor del pericardio. En el campo de la disfunción diastólica, ya el 2016 nos había dejado las recomendaciones de la ASE y EACVI para evaluarla por ecocardiografía (3); en marzo del 2017 Niklas et al. (4) crean una clasificación en tres categorías (ligera, moderada y grave) de la disfunción diastólica que predice la aparición de eventos cardiovasculares mayores independientemente de edad, sexo y marcadores clínicos. A mayor categoría también era mayor el proBNP de los pacientes. Los predictores de MACEs más significativos fueron aquellos que reflejaban presiones de llenado aumentadas (VolAi >= 34mL/m2, E/e’ >=17 y E/A > 2). En Julio sale a la luz un nuevo consenso, esta vez sobre un tema que había ofrecido más dudas y sombras hasta ahora: La resonancia magnética en pacientes con dispositivos electrónicos cardiacos implantables (DECI) (5). Su importancia creciente se debe al implante de más dispositivos y que, más de un 50% de los pacientes a los que se les implanta uno, tiene indicación de RM. Los divide en tres categorías, seguros (sin riesgo en ninguno de sus componentes, en ningún escenario), condicionales y no condicionales (ambos requieren de estudio antes de la RM). Detallan una lista de comprobaciones previas y desarrollan un esquema de actuación en estos dos últimos. Siguiéndolo podremos saber qué terapia programamos según el dispositivo y el paciente (asíncrono, inhibido, desactivar terapias de DAI…), e incluso el seguimiento posterior a la prueba. A mitad de año encontramos un artículo en el que se estudia la mortalidad de los pacientes con estenosis aórtica severa asintomática a medida que aumenta la velocidad máxima aórtica (Vmax) medida por ecocardiografía. Las guías americanas ponen el límite de severidad para operar en >5m/s y las europeas en >5,5m/s. Yohann et al. (6) demuestran una mortalidad mayor y estadísticamente significativa en pacientes con Vmax por encima de 5m/s. También hubo hueco en el 2017 para un clásico de la imagen cardiaca, la ecocardiografía con contraste. En el mes de septiembre la EACVI lanza una exhaustiva revisión y recomendaciones en esta modalidad (7). Aprueba el uso de todos los agentes de contraste disponibles en el mercado. Se explica la utilidad de cada modalidad, pero recomienda los métodos con bajo índice mecánico ya que permiten valorar simultáneamente la movilidad de la pared y la perfusión, además de requerir menos contraste. Puntualizan que para evaluar estructuras puede ser necesario pasar a imágenes con índice mecánico intermedio. Dejan como única contraindicación absoluta la sospecha de shunt intracardiaco significativo o hipersensibilidad al contraste. Aportan evidencia sobre la seguridad en hipertensión pulmonar. Detallan sus diferentes indicaciones y el grado de recomendación en cada uno de los escenarios. En octubre la EACVI nos sorprende con unas recomendaciones sobre la información indispensable sobre función y estructura cardiaca que debe tener un informe de ecocardiografía (8). Cada patología puede tener unos requerimientos específicos que también se detallan. Llama la atención la inclusión de GLS (global longitudinal strain) entre las medidas que debe estar presente. Por último, en el campo de la tomografía axial computarizada (TAC), la mayoría de artículos del 2017 giran en torno a seguir mejorando el diagnóstico de enfermedad arterial coronaria y factores pronóstico con el TAC-coronario. Hell et al (9) demostraron en un análisis multivariable que, en contra de lo que pensábamos, las características de la placa (placas no calcificadas, de baja densidad, o la diferencia de densidad del contraste) tenían más relación con la isquemia medida por SPECT, que el grado de estenosis. Ya el 2018 ha traído algunos metaanálisis interesantes, ¡y acaba de empezar!
Referencias:
- Multimodality Imaging in Restrictive Cardiomyopathies: An EACVI expert consensus document In collaboration with the “Working Group on myocardial and pericardial diseases” of the European Society of Cardiology Endorsed by The Indian Academy of Echocardiography. Gilbert Habib, Chiara Bucciarelli-Ducci, Alida L.P. Caforio, Nuno Cardim. 2017, European Heart Journal - Cardiovascular Imaging. doi:10.1093/ehjci/jex034.
- Prediction of cardiac complications for thalassemia major in the widespread cardiac magnetic resonance era: a prospective multicentre study by a multi-parametric approach. Pepe A, Meloni A, Rossi G, Midiri M, Missere M, Valeri G, et al. 2017, Eur Heart J Cardiovasc Imaging. doi:10.1093/ehjci/jex012.
- Recommendations for the Evaluation of Left Ventricular Diastolic Function by Echocardiog- raphy: An Update from the American Society of Echocardiography and the European Association of Cardiovascular Imaging. . Nagueh SF, Smiseth OA, Appleton CP, et al. 2016, J Am Soc Echocardiogr. DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.echo.2016.01.011.
- Diastolic dysfunction revisited: A new, feasible, and unambiguous echocardiographic classification predicts major cardiovascular events. Niklas Dyrby, Tor Biering-Sørensen. s.l. : Elsevier, American Heart Journal, Vol. 188. http://dx.doi.org/10.1016/j.ahj.2017.03.013.
- 2017 HRS expert consensus statement on magnetic resonance imaging and radiation exposure in patients with cardiovascular implantable electronic devices. Julia H. Indik, J. Rod Gimbel. s.l. : Elsevier, 2017, Heart Rhythm. http://dx.doi.org/10.1016/j.hrthm.2017.04.025.
- Risk Strati cation of Severe Aortic Stenosis With Preserved Left Ventricular Ejection Fraction Using Peak Aortic Jet Velocity. Yohann Bohbot, Dan Rusinaru. 2017, Circ Cardiovasc Imaging. DOI: 10.1161/CIRCIMAGING.117.006760.
- Clinical practice of contrast echocardiography: recommendation by the European Association of Cardiovascular Imaging (EACVI) 2017. Roxy Senior, Harald Becher. 2017, European Heart Journal - Cardiovascular Imaging. doi:10.1093/ehjci/jex182.
- Standardization of adult transthoracic echocardiography reporting in agreement with recent chamber quantification, diastolic function, and heart valve disease recommendations: an expert consensus document of the European Association of Cardiovascular Imaging. Maurizio Galderisi, Bernard Cosyns. 2017, European Heart Journal - Cardiovascular Imaging. doi:10.1093/ehjci/jex244.
- Quantitative global plaque characteristics from coronary computed tomography angiography for the prediction of future cardiac mortality during long-term follow-up. Hell MM, Motwani M. 2017, Eur Heart J Cardiovasc Imaging. DOI: 10.1093/ehjci/jex183.
Comentario del Dr. Eliú David Pérez Nogales
Residente de Cardiología de tercer año del Hospital Insular de Gran Canaria.