Comentario de la Autora: Dra. María Del Trigo
Estudio multicéntrico que incluyó a más de 2.400 pacientes en el que se evidenció que la anticoagulación tras el implante transcatéter de válvula aórtica se asocia a menores tasas de degeneración protésica en el seguimiento. El implante transcatéter de válvula aórtica (TAVI del inglés transcatheter aortic valve implantation) es una técnica consolidada para el tratamiento de la estenosis aórtica severa en pacientes de alto riesgo. Además, las últimas guías de práctica clínica recomiendan esta técnica frente a la cirugía tradicional a partir de los 75 años en aquellos pacientes de riesgo intermedio en los que el acceso transfemoral sea factible. Existe pues una tendencia avalada por los buenos resultados a tratar a pacientes cada vez más jóvenes y de menor riesgo. Por ello, es de gran importancia identificar, tanto el mejor tratamiento tras el procedimiento, como los factores que pueden afectar a la durabilidad de la prótesis. Este estudio, liderado por el grupo del Dr. Josep Rodés-Cabau en el Quebec Heart and Lung Institute (Quebec, Canadá) incluyó a 2.466 pacientes tratados mediante TAVI en 14 centros, 5 de ellos españoles. Tras realizar un análisis de casos apareados para ajustar las diferencias entre grupos, 622 pacientes que recibieron anticoagulación al alta fueron emparejados con 622 que no recibieron este tratamiento post-TAVI. Se definió la degeneración de la hemodinámica valvular como un aumento de al menos 10 mm Hg en el gradiente transvalvular medio en el seguimiento (en comparación con el dato obtenido al alta hospitalaria). En el análisis a 12 meses, la incidencia de degeneración de la hemodinámica valvular fue significativamente superior en el grupo que no recibía anticoagulación (3,7% Vs. 0,6% p<0,001). Durante un seguimiento medio de 29 meses, la degeneración de la hemodinámica valvular no se asoció con mayores tasas de muerte, muerte de etiología cardiovascular o accidente vascular cerebral. Pese a esta falta de repercusión en términos clínicos, se considera que los pacientes con degeneración de la hemodinámica valvular deberían ser objeto de un seguimiento estrecho, puesto que se desconocen los efectos a muy largo plazo. Además, la decisión de anticoagular sistemáticamente a los pacientes tratados mediante TAVI sigue siendo una cuestión no resuelta, incluso en las guías de práctica clínica publicadas el año pasado. Así, mientras que las guías americanas recomiendan 3 meses de anticoagulación en los pacientes con bajo riesgo de sangrado, las guías europeas no apuestan por la anticoagulación sino por doble terapia antiagregante durante un periodo de 3 a 6 meses. Afortunadamente, hay múltiples ensayos clínicos aleatorizados en marcha, que arrojarán luz sobre cuál es la mejor terapia anticoagulante/antiagregante post-TAVI.
Referencias:
Comentario de la Dra. María Del Trigo

Se formó como cardióloga en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Tras colaborar como Científica Visitante en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares, realizó un fellowship de dos años en Cardiología Intervencionista en el Quebec Heart & Lung institute (Quebec, Canadá). Su actividad de investigación el campo del tratamiento transcatéter de la insuficiencia cardiaca y de la estenosis aórtica ha dado lugar a la publicación de más de 40 artículos, incluyendo journals de primer nivel como Lancet o JACC. Actualmente ejerce como cardióloga intervencionista en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid.