La insuficiencia tricuspídea tiene una elevada prevalencia y es factor pronóstico adverso en toda la patología cardiaca. Existen múltiples guías clínicas para el diagnóstico y manejo de la insuficiencia tricuspídea, pero las recomendaciones a veces no son homogéneas.
En este metanálisis se revisan todas las recomendaciones, acuerdos, desacuerdos y “gaps” en la evidencia de las diferentes guías internacionales.
Hubo consenso en la clasificación de la insuficiencia tricuspídea, el reconocimiento de la insuficiencia tricuspídea funcional aislada asociada con la fibrilación auricular y las indicaciones para la cirugía valvular en pacientes sintomáticos frente a asintomáticos, la insuficiencia tricuspídea primaria frente a secundaria y formas aisladas de insuficiencia tricuspídea.
Existen discrepancias en el papel de los biomarcadores, las imágenes multimodales complementarias, la ecocardiografía de ejercicio y las pruebas de ejercicio cardiopulmonar para la estratificación del riesgo y la toma de decisiones clínicas en la insuficiencia tricuspídea progresiva y la insuficiencia tricuspídea grave asintomática y la elección de la intervención transcatéter de la válvula tricúspide.
Faltan puntuaciones de riesgo para la clasificación cuantitativa de la insuficiencia tricuspídea, modelos sólidos de puntuación de riesgo para la cirugía de la insuficiencia tricuspídea, intervalos de vigilancia, programas de detección basados en la población, indicaciones del implante de válvula percutánea y consenso sobre los criterios de valoración.

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