La nutrición en la salud cardiovascular: de los mitos y la seudociencia a las bases moleculares y las recomendaciones personalizadas
Comentario del Autor: Dr. José María Ordovás Muñoz
Los humanos interaccionamos con la comida diariamente y esta experiencia acumulada conlleva la creencia de que todos somos expertos en nutrición, y por lo tanto autorizados a dar consejos nutricionales a las personas de nuestro entorno. Pero el conocimiento popular, aunque muchas veces sabio, no está desligado de creencias y mitos que no están basados en la evidencia científica. Sin embargo, incluso en el campo de la investigación científica, hemos sido testigos a lo largo de las últimas décadas de movimientos pendulares acerca de la posición oficial de lo que eran alimentos buenos y menos buenos.

La premisa solida de la que partimos es que la nutrición es importante para la salud en todas las etapas de la vida y esto incluye, por supuesto, la salud cardiovascular. El problema ha estado en la definición a lo largo de la historia reciente de “alimento cardiosaludable”. Recordemos como, en su momento, basados en las creencias científicas de la época, el aceite de oliva, los frutos secos y los pescados grasos estaban en la lista de alimentos “censurados”. Mientras que en la actualidad, gracias a estudios con diferentes diseños, con tecnologías más avanzadas, estos alimentos se han colocado entre los más recomendados. Igualmente, alimentos que en tiempos más recientes fueron perseguidos (como las carnes no procesadas), parece que cada vez es más difícil culpabilizarlos directamente y puede que su asociación con mayor riesgo refleje simplemente un conjunto de hábitos poco saludables que son realmente los que afectan negativamente la salud del individuo.
Gracias a los avances de las técnicas moleculares, somos capaces de penetrar en lo más profundo de la maquinaria celular y estudiar como los componentes de los alimentos interaccionan con nuestros genes y contribuyen así al funcionamiento de las células, de los órganos y del organismo completo. Estos avances tecnológicos nos están permitiendo también “conocernos a nosotros mismos” a través del genoma que puede equipararse a esa bola de cristal en la que podremos leer nuestro futuro y llegar también a conocer que alimentos son los más favorables para mantener nuestra salud individual, es decir, el poder adoptar medidas preventivas y terapias mas personalizadas basadas en la genómica. Mientras tanto, la recomendación más apropiada sea la que recibimos del maestro de la nutrición, Grande Covian, de comer de todo en plato de postre.
Enlaces:
- PubMed - Nutrition and cardiovascular health »
- Rev Esp Cardiol - Nutrición y salud cardiovascular »
Sobre el Autor

José María Ordovás Muñoz (1956, Zaragoza) es profesor de nutrición y director del Laboratorio de Nutrición y Genética del USDA-Human Nutrition Research Center on Aging en la Universidad de Tufts (Boston), director científico del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA) e investigador del CNIC en España. El Dr. Ordovás recibió su formación en la Universidad de Zaragoza, donde se graduó en 1978, y donde completo su doctorado en 1982. Seguidamente realizo estancias postdoctorales en el MIT, Harvard y Tufts. El interés científico del Dr. Ordovás se centra en el estudio de los factores genéticos que predisponen a las enfermedades cardiovasculares y la obesidad y su interacción con los factores ambientales, especialmente la dieta. Ha publicado más de 700 artículos originales. Así mismo ha publicado varios libros en este tópico. El Dr. Ordovás está considerado como uno de los fundadores de la Nutrigenómica, y en su laboratorio ha contribuido a la formación de un gran número de investigadores principalmente españoles pero también de otros países europeos, así como de Asia, Australia y África. Participa activamente en varios consorcios internacionales, incluyendo NUGO y NUTRITECH. El Dr. Ordovás ha recibido numerosos honores científicos, ha sido nominado para el Premio Príncipe de Asturias, y es miembro de las Reales Academias de Ciencias y Medicina de Zaragoza y de Murcia, de la Academia Española de Nutrición y de la Real Academia de Farmacia, y Doctor Honoris Causa en Medicina por la Universidad de Córdoba.