La placa aterosclerótica es el resultado de una compleja interacción entre el depósito de lípidos, los cambios inflamatorios, la migración celular y la lesión de la pared arterial.
En las dos últimas décadas, los ensayos clínicos realizados con técnicas invasivas de imagen arterial, como la ultrasonografía intravascular, han demostrado que la reducción de los niveles de lipoproteínas aterogénicas, principalmente el colesterol LDL sérico (LDL-C), a niveles muy bajos puede reducir de forma segura la carga global de placa aterosclerótica y modificar favorablemente la composición de la placa.
Clásicamente, este resultado se ha logrado con el tratamiento intensivo con estatinas. Desde 2016, estrategias más nuevas y potentes de reducción de lípidos, como la inhibición de la proproteína convertasa subtilisina-kexina tipo 9 (iPCSK9), han mostrado efectos incrementales sobre la regresión de la placa y el riesgo de eventos clínicos.
A pesar de la reducción máxima de los niveles plasmáticos de LDL-C, en algunos pacientes persiste un riesgo cardiovascular residual considerable. Por lo tanto, es necesario estudiar enfoques terapéuticos que aborden el riesgo residual más allá de la reducción del LDL-C para promover la estabilización o regresión de la placa. Las técnicas de imagen actuales, como la angiografía coronaria por tomografía computarizada, permiten la evaluación no invasiva de la carga global de placa aterosclerótica, así como de determinadas características locales de la placa. Esta tecnología podría permitir un estudio más detallado de la estabilización y regresión de la placa mediante nuevos enfoques terapéuticos. La evaluación no invasiva de la placa también podría ofrecer la posibilidad de orientar estrategias de tratamiento personalizadas si se valida para este fin.
Referencias:
- Nat Rev Cardiol. - Atherosclerotic plaque stabilization and regression: a review of clinical evidence