Asociación entre niveles elevados de glucemia y eventos en insuficiencia cardiaca aguda: Resultados de un estudio internacional observacional
En pacientes con insuficiencia cardiaca aguda, los niveles de concentración de glucosa al ingreso es un factor pronóstico de mortalidad a los 30 días, independiente de diagnóstico de diabetes u otras variables clínicas. Como los niveles de glucosa son fácilmente modificables, puede representar un objetivo terapéutico.

Es un estudio multinacional de cohortes que incluyó a 6.212 pacientes con insuficiencia cardiaca aguda (media de 72 años, 52,5% varones). La media de concentración de glucosa al llegar al hospital fue de 7,5 mmol/l (135 mg/dl), y un 41% de los pacientes había sido diagnosticado previamente de diabetes. Tras 30 días, 618 pacientes (10%) fallecieron. Comparados con los supervivientes, los pacientes fallecidos tenían unos niveles de glucemia mayor (8,9 mmol/l vs. 7,4 mmol/l; p<0,0001).
Tras ajustar por otras variables, el nivel de glucosa se mantuvo como un factor predictor independiente de mortalidad a los 30 días en insuficiencia cardiaca aguda (OR 2,19; 95 intervalo de confianza: 1,69-2,83; p<0,001). El riesgo asociado con el nivel elevado de glucosa fue consistente para todos los subgrupos incluyendo los pacientes con función sistólica conservada (HR 5,41; 95% IC 2,44-12, p<0,0001) y los pacientes con disfunción sistólica (HR 2,37; 95% IC: 1,57 a 3,59;p<0,0001).
Es conocido el efecto negativo de la hiperglucemia en muchos estudios tanto en infarto de miocardio, ictus, enfermedad pulmonar como en enfermedades críticas. Sin embargo, no se ha establecido hasta la fecha su valor pronóstico en la insuficiencia cardiaca aguda. Ha habido varios estudios con resultados contradictorios. De ahí el valor de este estudio que viene a apoyar su importancia en este sentido.
Este artículo no muestra si las alteraciones del metabolismo de la glucosa son causa o consecuencia de insuficiencia cardiaca, pero comprobar los niveles de glucemia mejora la estratificación pronóstica de los pacientes.
Hay varias implicaciones clínicas del estudio. La primera de ellas es que, como la determinación y análisis de los resultados de la glucemia es sencillo y barato, puede ser una herramienta pronóstica a ser considerada. La segunda, estos datos pueden sugerir que la alteración del metabolismo de la glucosa (intolerancia o diabetes) entre los pacientes con ICA es frecuente y requiere que haya algún estudio para comprobar el efecto de un buen control de este problema sobre el pronóstico.
Este estudio tiene graves limitaciones, entre ellas que no se determinó la hemoglobina glicosilada a la llegada del paciente, así como medidas de glucosa seriadas durante el ingreso. Por ello, quizá los datos de la glucemia puedan estar sujetos a errores. Además de haber tenido esas mediciones, se podrían haber conseguido dar más robustez al valor pronóstico del desequilibrio glucémico, así como analizar si tiene el mismo significado la glucemia a la llegada, o el control de la glucosa previa (hemoglobina glicosilada), la facilidad de control de la misma durante el ingreso o el valor de la corrección de dichos valores. De igual manera, tampoco se disponen los datos sobre los tratamientos para la diabetes administrados a estos pacientes.
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