El aumento de la disponibilidad de la resonancia cardíaca de estrés (RMC) y su utilidad en la evaluación de enfermedad coronaria conocida o sospecha, hace que esta técnica tenga que ser conocida por todos los cardiólogos.
Aunque la indicación más común de la RMC de estrés es detectar o excluir la presencia de enfermedad isquémica cardíaca, esta técnica da información sobre anatomía, función, isquemia y cicatriz/viabilidad cardíaca sin radiación ionizante. Esta técnica no requiere de interpretación del electrocardiograma, lo que es especialmente útil en pacientes con bloqueo de rama izquierda o ECG ininterpretables en reposo y ejercicio.
Para la realización de esta técnica será necesario la canalización de dos vías venosas, una para la administración de contraste y la otra para un agente farmacológico estresante (adenosina, regadenoson o persatin, dependiendo de cada centro), otros agentes serían la dobutamina o realizar ejercicio (cinta de correr o bicicleta). Las regiones con hipoperfusión miocárdica serían identificadas como segmentos con señal baja (oscura) y retraso en la llegada del contraste. Debido a que los defectos isquémicos sólo se observan en estrés, muchos centros no realizan imagen en reposo de rutina, aunque la comparación de ambos mapas permitiría calcular la reserva de perfusión miocárdica.
Se trata de una técnica segura, con muy pocas contraindicaciones (enfermedad renal crónica severa y anafilaxis a gadolinio). Se debe evitar la cafeína y otras sustancias que interfieran sobre la adenosina las 24 horas antes de la prueba.
El mayor reto es asegurarse que se alcanza el pico de vasodilatación, que se revisa monitorizando la frecuencia cardíaca, presión arterial y sintomatología.
Actualmente la RMC de estrés presenta una elevada evidencia científica con:
- Elevada precisión diagnóstica: comparado con la técnica de referencia (FFR o reserva de flujo fraccional) presenta una elevada sensibilidad (91%) o especificidad (94%) para la identificación de isquemia específica de lesión. Algunos estudios demuestran que la RMC de estrés permitiría reclasificar el riesgo de los pacientes a parte de los factores de riesgo tradicionales, apoyando el valor de esta técnica como una prueba decisiva, sobre todo en pacientes de riesgo intermedio.
- Detector eficaz antes de angiografías diagnósticas: estudios con una estrategia basada en RMC disminuyeron el número de angiografías innecesarias.
- Eficaz guiando la revascularización: disminuyendo las angiografías y las revascularizaciones coronarias, mejorando la utilización de recursos y eficiencia, sin aumentar los resultados adversos.
- Proporciona información pronostica importante en pacientes con dolor torácico y, además, el realce tardío por gadolinio aporta datos sobre infarto y viabilidad.
- Proporciona información sobre disfunción coronaria microvascular usando mapping de perfusión cuantitativo, actualmente se trata de un sistema totalmente automatizado con buena relación comparando con PET. La presencia de esta patología puede ser identificada si tenemos una perfusión pico reducida (<2,25mL/min) con una reserva de perfusión aturdida.
A la hora de comparar esta técnica con otras pruebas de imagen, encontramos que, aunque la coronariografía por tomografía axial computerizada es la técnica de primera elección, no hay estudios comparando ambas técnicas por lo que esto podría cambiar en un futuro. Como ya hemos comentado previamente tiene alta reproducibilidad con el FFR, y puesto que se trata de una técnica con menores costes y menos posibles complicaciones, hace pensar que en un futuro lo desplace.
Según los autores la implementación de protocolos rápidos (<20 minutos), utilización de inteligencia artificial y análisis eficientes convertirán en un futuro próximo la RMC de estrés en una técnica de imagen muy competitiva.
Referencias:
- Heart. - Stress perfusion cardiovascular magnetic resonance imaging: a guide for the general cardiologist
Comentario por Dr. Miguel Fernández de Sanmamed Girón