Los inhibidores de la fosfodiesterasa-5, como SIldenafilo, se han utilizado desde hace años para el tratamiento de la disfunción eréctil y de la hipertensión pulmonar. Sin embargo, numerosos trabajos han demostrado que pueden mejorar la función sistólica, regresar la hipertrofia del ventrículo izquierdo, reducir el tamaño del infarto o reducir la carga de arritmias inducidas por causa isquémica.
Por estas razones, se acaba de publicar en Heart esta revisión que supone una reflexión sobre el potencial papel que podrían jugar en el futuro estos fármacos desde el punto de vista de la cardioprotección.
Referencias: