Existen aún cardiólogos y nefrólogos escépticos en la utilización de inhibidores de SGLT2 como alternativa en el tratamiento de los pacientes diabéticos con falla cardiaca o enfermedad renal crónica moderada, probablemente debido a la falta de familiaridad en el uso de estos medicamentos en los escenarios expuestos anteriormente.
La evidencia actual que viene en continuo crecimiento, ubica y consolida a los inhibidores de SGLT2 como uno de los pilares fundamentales en la reducción de las complicaciones cardiovasculares y renales derivadas de los pacientes con Diabetes Mellitus tipo 2 e insuficiencia renal. A la luz de la nueva evidencia, se publicó el estudio SCORED, un ensayo clínico, multicéntrico, doble ciego, controlado con placebo, que aleatorizó 10.584 pacientes con una distribución 1-1, dentro de las características generales de la población se encontró un promedio de edad de 69 años, el 45% fueron mujeres, (se podrían incluir datos de las características poblacionales como, el promedio de HbA1c 8.3%, 31% con diagnóstico de insuficiencia cardiaca (15.6% con FEVi preservada), 60% usuarios de insulina…) además debían tener diagnóstico de diabetes tipo 2, Hemoglobina glicosilada mayor a 7mg/dl y enfermedad renal crónica moderada con tasa de filtración glomerular entre 25 a 60ml por minuto por 1.73m2 de superficie corporal, y al menos 1 factor de riesgo cardiovascular mayor o 2 menores, el seguimiento promedio fue de 16 meses.
Objetivo primario del estudio: Evaluar el tiempo transcurrido hasta el primer evento, donde se incluían el 3 MACE (número total de muertes por causas cardiovascular, infarto no fatal y acv no fatal) así como hospitalización por falla cardíaca, sin embargo, se realizó una modificación final dejando como desenlace primario la ocurrencia del número total de muertes por causas cardiovasculares, hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca y visitas urgentes por insuficiencia cardíaca.
Objetivos secundarios: Primer evento de disminución sostenida de ≥50% en la tasa de filtración glomerular desde el basal (por ≥30 días), diálisis crónica, trasplante renal, o TFG sostenida <15 mL/min/1.73m2 (por ≥30 días). Mortalidad por todas las causas, ocurrencia total de muerte cardiovascular, ataque cerebrovascular no fatal e infarto de miocardio no fatal
Número total de hospitalizaciones y visitas por urgencias por falla cardiaca. Muerte cardiovascular, ataque cerebrovascular no fatal e infarto de miocardio no fatal.
La tasa de eventos del punto final primario fue de 5,6 eventos por 100 pacientes -año en el grupo de sotaglifozina y 7,5 eventos por 100 pacientes -años, en el grupo de placebo (cociente de riesgo de 0,74, intervalo de confianza (IC) del 95%, 0,63a 0,88, p<0,001). Los efectos adversos como diarrea (8.5% vs.6.0%; P<0.001), infecciones genitales micóticas, (2.4% vs. 0.9%; P<0.001), depleción de volumen (5.3% vs.4.0%; p=0.003) cetoacidosis diabética (0.6% vs.0.3%; p=0.02) fueron significativamente mayores con Sotagliflozina que con placebo. Sin embargo, el estudio no demostró una diferencia estadísticamente significativa entre los grupos, en lesión renal aguda, fracturas óseas, infecciones del tracto urinario, hipoglicemia grave y amputación.
Conclusiones: A pesar de las limitaciones del estudio, podemos concluir que la Sotagliflozina disminuyó el punto final compuesto de muerte cardiovascular, hospitalizaciones y visitas al servicio de urgencias por insuficiencia cardiaca, en pacientes con diabetes mellitus y enfermedad renal crónica moderada con o sin albuminuria, en comparación con el placebo.
Referencias:
Comentario del Dr. Jackson Cuesta Nagles
MD. Internista, Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud. Cardiólogo, Universidad Javeriana. Epidemiólogo clínico (en C), Universidad del Rosario. Bogotá Colombia. Cardiólogo Cardiodiagnóstico del Chocó. Mail: