Las palpitaciones son una razón común por la que los atletas, tanto recreacionales como de élite, buscan atención médica. Aunque generalmente son benignas, pueden ser un signo de patología cardíaca subyacente. La identificación precisa de su origen y el diagnóstico adecuado son esenciales para diferenciar entre adaptaciones fisiológicas, como el remodelado cardíaco inducido por el ejercicio, y afecciones patológicas. Este análisis aborda la epidemiología, etiología, estrategias de diagnóstico y opciones de tratamiento para las palpitaciones en atletas, junto con recomendaciones de orientación para un retorno seguro a las actividades deportivas.
Epidemiología y fisiopatología
Las palpitaciones afectan aproximadamente al 16% de los adultos y son la segunda razón más común de referencia en cardiología ambulatoria. En los atletas, la incidencia reportada es notablemente más alta, alcanzando hasta el 70%, y está influida por factores como la edad, intensidad y duración del entrenamiento. A pesar de ser comunes, las palpitaciones en atletas pueden variar desde sensaciones de latidos saltados, hasta episodios de aleteo rápido o golpe fuerte en el pecho o cuello. Las causas pueden ser cardíacas o extracardíacas, abarcando desde arritmias hasta alteraciones psicológicas y el consumo de sustancias estimulantes. La fibrilación auricular es una arritmia frecuente en atletas, particularmente en aquellos que practican deportes de resistencia y en hombres mayores de 50 años, y se caracteriza por una curva en "J" en relación a la intensidad del ejercicio.
Evaluación diagnóstica
La evaluación inicial en atletas con palpitaciones se basa en una historia clínica detallada y examen físico. En atletas mayores, la historia personal de factores de riesgo coronario y antecedentes familiares de enfermedad cardíaca prematura pueden ser útiles para identificar individuos en riesgo. A continuación, se detalla el proceso diagnóstico recomendado.
Historia clínica y examen físico
El médico debe recabar información específica sobre el inicio, duración, frecuencia, regularidad e intensidad de los episodios de palpitaciones, así como identificar factores desencadenantes y síntomas asociados, como síncope, dolor torácico y disnea. También se debe indagar sobre el uso de sustancias (alcohol, estimulantes, suplementos) y la calidad del sueño e hidratación del atleta. Una historia familiar detallada de muerte cardíaca súbita, cardiomiopatías y enfermedades de los canales iónicos es igualmente relevante.
Estudios diagnósticos
El electrocardiograma (ECG) de 12 derivaciones es fundamental en el diagnóstico inicial, ya que puede revelar la causa de las palpitaciones en el 27% de los casos. Sin embargo, la interpretación del ECG en atletas debe considerar los cambios electrocardiográficos inducidos por el ejercicio, evitando confusiones con patologías cardíacas subyacentes. Si se sospecha una causa extracardíaca, se deben realizar estudios de laboratorio específicos.
Cuando el diagnóstico es incierto, se recomienda la monitorización del ritmo ambulatorio, eligiendo el dispositivo en función de la frecuencia y naturaleza de los síntomas. La monitorización continua mediante dispositivos portátiles puede utilizarse en atletas con síntomas diarios, mientras que los monitores de bucle externo o los monitores de telemetría continua son útiles para síntomas menos frecuentes. Para síntomas poco frecuentes, los registradores de bucle implantables ofrecen una monitorización continua de hasta tres años.
Consideraciones de manejo para arritmias comunes en atletas
Contracciones auriculares prematuras
Las contracciones auriculares prematuras (CAP) son comunes en la población general y en atletas, y rara vez son sintomáticas. En aquellos atletas con síntomas, se sugiere un enfoque inicial basado en modificaciones de estilo de vida y eliminación de agentes desencadenantes. En caso de no mejorar, se puede optar por betabloqueantes o bloqueadores de los canales de calcio de tipo no dihidropiridinas. Sin embargo, se debe tener precaución ya que algunos betabloqueantes están prohibidos en ciertos deportes.
Fibrilación auricular
La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más común diagnosticada en atletas y representa un desafío clínico. Su patogenia en atletas se asocia a factores como el remodelado auricular inducido por el ejercicio y una mayor actividad vagal en reposo. La selección entre control de frecuencia o ritmo depende de varios factores clínicos. La ablación por catéter es una alternativa de primera línea para evitar el uso prolongado de medicamentos en atletas con FA sintomática. Para aquellos con riesgo de tromboembolismo, el uso de anticoagulantes debe manejarse con precaución en deportes de contacto debido al riesgo de sangrado.
Contracciones ventriculares prematuras
Las contracciones ventriculares prematuras (CVP) suelen ser benignas en atletas, aunque los síntomas persistentes o apariciones atípicas requieren una evaluación exhaustiva. El manejo conservador es generalmente suficiente, pero para individuos de alto riesgo o con morfologías atípicas, se recomienda restringir la actividad física intensa mientras se completa la evaluación diagnóstica. En los casos donde la carga de CVP es alta o no se logra un buen control sintomático, la ablación por catéter puede ser una alternativa eficaz.
Taquicardia ventricular
La taquicardia ventricular (TV) puede ser de tipo monomórfico o polimórfico y sostenida o no sostenida. Aunque la prevalencia es similar entre atletas jóvenes y no atletas, la presencia de TV debe desencadenar una investigación exhaustiva para descartar cardiopatías estructurales o eléctricas. La abstinencia temporal de la actividad deportiva se aconseja mientras se realiza el diagnóstico. El tratamiento puede incluir beta-bloqueantes y, en casos específicos, ablación por catéter, con la posibilidad de regresar a la competición bajo una monitorización cuidadosa.
Dispositivos de monitorización portátiles y otros avances en diagnóstico
La incorporación de dispositivos portátiles para la monitorización del ritmo, como los monitores de electrocardiograma (ECG) de mano y los relojes inteligentes, ha facilitado la evaluación de arritmias en atletas. Sin embargo, estos dispositivos presentan limitaciones, como tasas de falsos positivos, especialmente en jóvenes sin comorbilidades significativas, y dificultades en la precisión de la frecuencia cardíaca durante la actividad física intensa. La precisión también puede verse comprometida en personas con tonos de piel más oscuros o muñecas más anchas. A pesar de estas limitaciones, estos dispositivos representan una opción prometedora para el monitoreo de arritmias en la población atlética.
Consideraciones finales y retorno al deporte
El manejo de palpitaciones en atletas requiere un enfoque multidisciplinario que involucre médicos, entrenadores y al propio atleta, y debe basarse en una toma de decisiones compartida. La evaluación y el tratamiento de las arritmias deben ser individualizados, considerando las implicaciones que estas pueden tener en el rendimiento y en la salud del atleta. El retorno seguro a la competición depende de varios factores, incluyendo el tipo de arritmia, el riesgo de tromboembolismo y el tipo de deporte practicado.
En conclusión, las palpitaciones en atletas requieren un enfoque diagnóstico y terapéutico complejo y adaptado a las particularidades de esta población. La identificación y manejo adecuado de las arritmias no solo permite el retorno seguro a la actividad deportiva, sino que también ayuda a prevenir eventos adversos y mejorar la calidad de vida del atleta.
Referencias: