La prevención cardiovascular en mujeres es un aspecto clave de la medicina preventiva, ya que las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte en este grupo poblacional. Este documento de consenso, desarrollado por un panel multidisciplinario de expertos, ofrece recomendaciones para la prevención primaria y secundaria de enfermedades cardiovasculares a lo largo de los diferentes ciclos vitales de la mujer.
Factores de riesgo cardiovascular en mujeres en edad fértil
Las mujeres presentan factores de riesgo cardiovascular clásicos como la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo, pero también factores específicos como el síndrome de ovario poliquístico, la insuficiencia ovárica prematura y la hipogonadotropia. Estos trastornos pueden provocar resistencia a la insulina, dislipidemia e hipertensión arterial, lo que incrementa el riesgo cardiovascular. El tratamiento con terapia hormonal sustitutiva en mujeres con insuficiencia ovárica prematura se recomienda siempre que no haya contraindicaciones.
Riesgo cardiovascular en el embarazo
El embarazo conlleva cambios hemodinámicos y metabólicos que pueden aumentar el riesgo de complicaciones como preeclampsia, diabetes gestacional y restricción del crecimiento fetal. La preeclampsia, por ejemplo, está asociada con un incremento en el riesgo de enfermedad cardiovascular a largo plazo. Se recomienda un seguimiento estrecho de la presión arterial y la función renal en mujeres con antecedentes de preeclampsia, así como la adopción de medidas preventivas como la administración de aspirina en dosis bajas en embarazos de alto riesgo.
Seguimiento postparto y prevención secundaria
El periodo postparto, también conocido como "cuarto trimestre", es crítico para la salud cardiovascular de la mujer. Más del 70% de las muertes maternas ocurren en esta etapa, por lo que se recomienda una evaluación del riesgo cardiovascular basada en factores como la hipertensión gestacional, la diabetes y otras complicaciones obstétricas. La implementación de telemedicina puede mejorar la adherencia a los controles postparto y facilitar la identificación de factores de riesgo.
Prevención cardiovascular durante la transición menopáusica
La menopausia se asocia con cambios metabólicos adversos, como el incremento de grasa abdominal, dislipidemia y resistencia a la insulina. Estos cambios aumentan la incidencia de enfermedad coronaria y eventos cerebrovasculares. La terapia hormonal sustitutiva puede ser una estrategia efectiva para reducir el riesgo cardiovascular en mujeres menores de 60 años o dentro de los primeros 10 años postmenopáusicos, siempre y cuando no haya contraindicaciones.
Prevención secundaria en mujeres con enfermedad cardiovascular establecida
A pesar de que las mujeres tienen mayor riesgo de eventos cardiovasculares secundarios, reciben menos tratamiento preventivo que los hombres. Las mujeres son menos propensas a recibir estatinas, antiagregantes y tratamientos de rehabilitación cardiaca. Es fundamental garantizar un acceso equitativo a estos tratamientos y fomentar la participación en programas de rehabilitación cardiovascular, ya que han demostrado reducir la mortalidad en este grupo.
Conclusión
El enfoque de la prevención cardiovascular en mujeres debe ser individualizado y considerar factores específicos como antecedentes obstétricos y transiciones hormonales. Es crucial concienciar a los profesionales de la salud y a la población femenina sobre la importancia del control de los factores de riesgo cardiovascular, la implementación de estrategias preventivas basadas en la evidencia y el acceso equitativo a tratamientos efectivos para reducir la morbimortalidad cardiovascular en mujeres.
Referencias: