Estudio SIGNIFY: Ivabradina en pacientes con enfermedad coronaria estable sin insuficiencia cardiaca
ESC Congress 2014. El estudio SIGNIFY evalúa la adición de ivabradina al tratamiento estándar en pacientes con enfermedad coronaria estable sin insuficiencia cardiaca, y frecuencia igual o superior a 70 latidos por minuto. Los autores concluyen que entre los pacientes con enfermedad coronaria estable sin clínica de insuficiencia cardiaca, ivabradina no mejora la reducción de eventos cardiovasculares.

Diferentes estudios han puesto en evidencia que la frecuencia cardiaca es un importante marcador pronóstico y de riesgo cardiovascular. Entre otros fármacos bradicardizantes, ivabradina puede mejorar el pronóstico en pacientes con enfermedad coronaria estable, disfunción ventricular izquierda y una frecuencia cardiaca superior a 70 latidos por minuto (lpm). Sin embargo, su utilidad en pacientes con cardiopatía isquémica estable sin insuficiencia cardiaca no está tan clara.
Para discernir esta hipótesis se diseño el estudio SIGNIFY, recientemente presentado en el Congreso Europeo de Cardiología y publicado en New England Journal of Medicine. Este ensayo clínico multicéntrico, doble ciego y controlado con placebo evaluó la adición de ivabradina al tratamiento isquémico estándar en más de 19.000 pacientes sin clínica de insuficiencia cardiaca y una frecuencia de 70 latidos o más. La dosis de ivabradina fue de hasta 10 mg dos veces al día, ajustada según frecuencia cardiaca para alcanzar un objetivo de 55-60 lpm. El objetivo primario del estudio fue la incidencia del evento combinado muerte de causa cardiovascular o infarto de miocardio no fatal.
A los tres meses de la inclusión, la frecuencia cardiaca era de 60 lpm en el grupo de ivabradina y de 70 lpm en el de placebo. Tras un seguimiento medio de 27,8 meses no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre ambos brazos de tratamiento en cuanto al objetivo primario (6,8% vs. 6,4% respectivamente; p=0,20). En el estudio SIGNIFY, ivabradina se asoció a un incremento en la incidencia de eventos adversos cardiovasculares en pacientes con angina que limitaba su capacidad física (clase CCS > II), pero no entre los que no presentaban dicha limitación. La incidencia de bradicardia fue mayor con ivabradina que con placebo (18,0% vs. 2,3%; p<0,001).
A tenor de los resultados del estudio SIGNIFY, los autores concluyen que entre los pacientes con enfermedad coronaria estable sin clínica de insuficiencia cardiaca, ivabradina no reduce los eventos cardiovasculares. No obstante, ivabradina sigue siendo una opción terapéutica antianginosa en este subgrupo de pacientes. Estos resultados limitan la mejoría pronóstica con ivabradina a los pacientes isquémicos con insuficiencia cardiaca, siempre que la frecuencia cardiaca sea superior a 70 lpm.
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Comentario del Dr. David Vivas Balcones

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Alcalá. Premio extraordinario en Medicina 2004. Doctor en Medicina con la calificación de sobresaliente cum laude por la Universidad Complutense Madrid. Diplomado en Estadística en Ciencias de la Salud por la Universidad Autónoma de Barcelona. Médico Especialista de Área en Cardiología en el H. Clínico San Carlos de Madrid. Coordinador de la relación entre Atención Primaria y Consulta de Alta Resolución Cardiológica del Hospital Clínico San Carlos, Madrid. Director del Curso Aspectos Prácticos en Cardiología Clínica. Responsable de la Unidad de Cardiología de MD Anderson, Madrid.