La embolia pulmonar aguda es una enfermedad frecuente a la que se enfrentan neumólogos, cardiólogos y médicos de cuidados críticos de todo el mundo.
Para los pacientes con embolia pulmonar aguda de alto riesgo (definida por hipotensión sistémica) y embolia pulmonar aguda de riesgo intermedio (definida por la ausencia de hipotensión sistémica, pero la presencia de otras numerosas características clínicas y de imagen preocupantes), a menudo son necesarios los cuidados intensivos. Las estrategias de tratamiento iniciales deben centrarse en la optimización de la función del ventrículo derecho mientras se toman decisiones sobre intervenciones avanzadas.
El artículo revisa la bibliografía existente sobre diversos agentes vasoactivos, fluidos IV y diuréticos intravenosos, y vasodilatadores pulmonares tanto en modelos animales como en ensayos en humanos de la embolia pulmonar aguda. También resume las posibles complicaciones de la intubación endotraqueal y la ventilación con presión positiva en la embolia pulmonar aguda. Por último, evalúa los datos del uso de la oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) venoarterial en la embolia pulmonar aguda. Las intervenciones anteriores se discuten en el contexto de las características fisiopatológicas subyacentes de la insuficiencia ventricular derecha aguda en la embolia pulmonar aguda.
La norepinefrina es una primera opción razonable para el soporte hemodinámico, con vasopresina como complemento. Los diuréticos de asa intravenosos pueden ser útiles si hay evidencia de disfunción del ventrículo derecho o sobrecarga de volumen. Sólo deben administrarse líquidos si existe preocupación por la hipovolemia y la ausencia de dilatación del ventrículo derecho. Debe considerarse la administración de oxígeno suplementario incluso sin hipoxemia. Si es posible, debe evitarse la ventilación con presión positiva. El ECMO venoarterial debe valorarse si se produce un deterioro continuo a pesar de estas intervenciones.
Referencias: