En los último meses y a medida que la pandemia por COVID-19 se ha ido extendiendo mundialmente, se ha reconocido que los pacientes con patología cardiovascular subyacente y, aquellos tratados con determinados fármacos cardiovasculares podrían tener una peor evolución.
Nuevos datos publicados en New England con casi 9.000 pacientes ingresados por infección por coronavirus en Europa, Asia y América confirman estas observaciones y sugieren que patologías como la cardiopatía isquémica, IC, arritmias o EPOC se relacionan con un aumento de la mortalidad intrahospitalaria en pacientes infectados, sin embargo, no se observa un aumento de la mortalidad hospitalaria en pacientes tratados con IECAs o ARA2.
Referencias: