La tasa de reinfartos tras un ingreso por infarto agudo de miocardio (IAM) ha sido objeto de estudio en las últimas décadas. Los nuevos dispositivos para optimizar el intervencionismo coronario, los stents actuales, los nuevos antiagregantes y la optimización del tratamiento médico de cara a la prevención secundaria han logrado reducir significativamente su incidencia. La insuficiencia cardiaca (IC), sin embargo, sigue siendo una complicación frecuente, asociando alto riesgo de reingreso y mayor mortalidad. En este artículo se analiza la prevalencia de reinfartos e insuficiencia cardiaca tras un ingreso por IAM y su impacto pronóstico.
Métodos
Se trata de un estudio retrospectivo y observacional basado en el análisis del registros médicos electrónicos de 6804 pacientes ingresados por IAM en 28 hospitales adscritos a Baylor Scott&White Health (Texas) entre enero de 2015 y diciembre de 2021. Se evaluaron las características basales, los tratamientos al alta y los eventos clínicos ocurridos durante el primer año tras el alta.
Resultados
La mediana de edad fue de 69 años, con predominio de hombres (59.7%). Más del 75% de los ingresos correspondieron a un infarto agudo de miocardio sin elevación del ST (IAMSEST). Entre las comorbilidades basales, destacaron la hipertensión arterial y la dislipemia, presentes en más de un 85% de los casos, así como la diabetes mellitus tipo 2 y la enfermedad renal crónica. En cuanto a los antecedentes cardiovasculares, el 17% había ingresado previamente por IAM y el 23% tenía diagnóstico previo de IC. Del total de pacientes ingresado por IAM, el 61,4% se sometió a algún procedimiento de revascularización, un 53,3% se realizó revascularización percutánea y un 10,3% quirúrgica. La mediana de seguimiento de la cohorte fue de 722 días.
Durante el primer año tras el alta, 413 pacientes (6.7%) fallecieron. El 27.9% requirió ingreso por diferentes motivos, incluyendo un 11.8% por causas cardiovasculares, siendo un casi un 4% por reinfarto. Entre los 4865 pacientes sin antecedentes de IC al ingreso, 1160 pacientes (23.8%) desarrollaron IC en los primeros tres meses tras el alta, lo que se asoció con un incremento en la mortalidad (9.1% vs 3.2%) y en la tasa de reingresos (14.2% vs 6.7%), independientemente de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) (p>0.001). Estos hallazgos sugieren la implicación de otros mecanismos fisiopatológicos, como la persistencia de disfunción microvascular coronaria. Además, en los pacientes con IAMCEST el riesgo de desarrollar IC fue mayor (26,1% vs 23.0%, p= 0.026).
Conclusión
Este estudio demuestra que el riesgo de IC tras un IAM es 6 veces mayor que el de sufrir un reinfarto, incluso en pacientes con FEVI preservada al alta. La IC tras un infarto se asocia con un aumento significativo de la mortalidad y de reingreso, independientemente de la FEVI, lo que refleja la necesidad de desarrollar nuevas estrategias terapéuticas dirigidas evitar la disfunción ventricular y reducir el riesgo de IC tras un evento isquémico.
Referencias:

Carmen Acosta Calero