Biopsia endomiocárdica. Al fin sabemos su papel real
La biopsia endomiocárdica es una técnica con potenciales complicaciones graves pero que en algunos casos puede ser clave imprescindible para realizar un diagnóstico. Clásicamente, su rentabilidad diagnóstica se ha discutido mucho, motivando incluso unas guías europeas al respecto en el año 2007. Falta definir claramente cuándo usarla. A pesar de los enormes avances en las técnicas diagnósticas no invasivas, existen algunas circunstancias en las que no se consigue establecer un diagnóstico definitivo. La biopsia endomiocárdica se considera a menudo cuando la etiología de la insuficiencia cardíaca no se puede determinar por dichas pruebas no invasivas. No obstante, aún hoy, persiste la incertidumbre acerca de la utilidad diagnóstica y clínica de la biopsia endomiocárdica en diversos escenarios clínicos. Sin embargo un grupo de investigadores, liderado por Bennett Mosi de la Cleveland Clinic, ha publicado en Circulation Heart Failure una extensa serie de pacientes estudiados con biopsia endomiocárdica entre los años 2000 y 2009. Así, se examinaron las características de una cohorte de pacientes con insuficiencia cardíaca no filiada que se sometieron a biopsia endomiocárdica en un centro médico de atención terciaria. Clasificaron a cada paciente en un escenario clínico como se indica en las directrices AHA/ACC/ESC 2007 y se determinó el número de veces que la biopsia proporcionó un diagnóstico o alteró el curso clínico. Un total de 851 pacientes fueron sometidos al mencionado procedimiento 2000 a 2009. En general, el 25,5% de las biopsia endomiocárdica proporcionaron el diagnóstico y un 22,7% motivó un cambió en su curso clínico. La insuficiencia cardíaca asociada con la cardiomiopatía restrictiva inexplicable fue el escenario más común clínicamente, y comprendió el 33,6% (286/851) de las indicaciones para biopsia endomiocárdica, siendo ochenta y cuatro (29,4%) de ellas diagnósticas. No obstante, la biopsia endomiocárdica para la insuficiencia cardíaca inexplicable de menos de dos semanas de duración tuvo un rendimiento diagnóstico mejor, del 35% (39/109). Hubo 16 complicaciones (tasa global de 1,9%). En conclusión, los investigadores remarcan que la biopsia endomiocárdica es útil en la cardiomiopatía inexplicable de aparición aguda. Se demuestra el papel de la biopsia endomiocárdica en sospecha de enfermedad infiltrativa y en el manejo de situaciones clínicas raras como sospecha de miocarditis por hipersensibilidad, cardiomiopatía por antraciclinas, tumores cardíacos y displasia arritmogénica de VD. Además, sugieren una baja utilidad de la biopsia endomiocárdica en la insuficiencia cardíaca crónica que responde al tratamiento habitual. Interesantísimo estudio que merece la pena remarcar dentro de las publicaciones más recientes, tratando un tema casi dejado de lado en los últimos años.
Enlaces: