Recientemente se ha publicado este artículo, que evaluaba la evolución de una cohorte no seleccionada de pacientes con insuficiencia cardiaca (IC) y fracción de eyección (FEVI) preservada. Se excluyeron aquellos con historia previa de disfunción ventricular, aquellos que no tenían suficiente seguimiento ecocardiográfico o aquellos con etiologías definidas (tóxica, alcohólica, no compactada o alcohólica).
Se incluyeron finalmente 126 pacientes, con una edad media de 71 ± 13 años, representativa de la población de IC que se ve en la práctica clínica. La etiología más frecuente era valvular o hipertensiva. A lo largo del seguimiento se observó un incremento significativo en los pacientes que recibían digoxina, antagonistas del receptor mineralocorticoide y betabloqueantes.
Durante un seguimiento de 11 años se observó un descenso de la FEVI, discreto numéricamente pero estadísticamente significativo, especialmente en los pacientes isquémicos. Al final del seguimiento el 89% de los pacientes seguían teniendo FEVI preservada, el 9,5% la habían deteriorado a FEVI intermedia y el 1,6% a FEVI reducida. Además, los cambios dinámicos de la FEVI no se asociaron con la mortalidad. La mortalidad por todas las causas a los 11 años fue del 89%.
Se trata de un estudio interesante que, aunque limitado por el bajo tamaño muestral, tiene un seguimiento suficiente para tener una fotografía de los pacientes con IC preservada. Según las características basales, esta cohorte es representativa de este grupo de pacientes, con una edad media de 71 años y un NTproBNP de 1490 pg/mL.
Existen varios puntos de especial interés. En primer lugar la alta tasa de mortalidad de estos pacientes (al final del seguimiento la mayoría habían fallecido), lo que vuelve a reforzar el mal pronóstico que tiene también la IC con FEVI preservada. Además, en los isquémicos con FEVI preservada, la mortalidad era mucho mayor, especialmente en los primeros 5 años. Esto sugiere que el desarrollo de IC es un potente predictor de mal pronóstico en los pacientes isquémicos, aunque no deterioren la FEVI.
En segundo lugar, aunque discreto, se observaba una reducción de la FEVI en el seguimiento (63±8 vs. 58±6), lo que no se relacionaba con la mortalidad. Esto nos ayuda a seguir comprendiendo el comportamiento de la FEVI en pacientes con IC preservada. Por último, se observa claramente un comportamiento diferente entre pacientes isquémicos y no isquémicos. En los primeros, solo un pequeño porcentaje pasó a tener FEVI reducida, y la mayoría de los que deterioraban la FEVI lo hacían a FEVI intermedia. En cambio, en los no isquémicos, era más frecuente un deterioro a FEVI reducida que a intermedia.
Referencias:
Circulation: Heart Failure. - Heart Failure With Preserved Ejection Fraction Infrequently Evolves Toward a Reduced Phenotype in Long-Term Survivors.Comentario del Dr. Alberto Esteban Fernández
Responsable Unidad de Insuficiencia Cardiaca del Hospital Universitario de Móstoles. Profesor Asociado de Cardiología de la Universidad Rey Juan Carlos. Miembro del Comité TIC de la SEC. Vocal de la Sección de Cardiología Geriátrica de la SEC. Twitter: @doctorchecho.