Estudio MESA: A mayor densidad de calcio en la placa, menor riesgo cardiovascular
AHA 2013 Dallas. Según el estudio MESA, recientemente presentado en el congreso de la American Heart Association y publicado on-line en JAMA, la densidad de calcio en la placa aterosclerótica de las arterias coronarias se asocia inversa y significativamente con el riesgo de cardiopatía isquémica e ictus, independientemente del volumen de calcio.

El calcio en las arterias coronarias, medido por tomografía computarizada tiene un fuerte valor predictivo en la incidencia de eventos cardiovasculares. La medición estándar del calcio coronario se realiza con un software semiatomatizado mediante el score de Agatston.
El score de Agatston es el producto de medir el área de la placa en cada corte, y multiplicarlo por un factor específico de la densidad de calcio (1, 2, 3 ó 4), posteriormente se suman los valores de todos los cortes de TC cardiaca. A pesar del fuerte valor predictivo de la medición del calcio para predecir la enfermedad cardiovascular, no sabemos exactamente si el score de Agatston predice la enfermedad coronaria estable (placas que producen estenosis significativas) o inestable (incidencia de eventos cardiovasculares agudos). Tampoco sabemos si atribuir mayor puntuación de calcio a que haya una mayor densidad del mismo en placas concretas, ayuda realmente a predecir el riesgo de eventos cardiovasculares.
Para probar el valor predictivo de la densidad de calcio sobre el riesgo de enfermedad cardiovascular, surge el estudio MESA (Estudio Multiétnico de Aterosclerosis). Este estudio, evalúa de forma independiente, el volumen y la densidad de calcio y su asociación con la incidencia de eventos cardiovasculares. La hipótesis principal del mismo es que para cualquier volumen de carga de placa aterosclerótica, una mayor densidad de calcio se relacionaría con una menor incidencia de enfermedad cardiovascular. Se estudiaron dos end points principales: el combinado de infarto, parada cardiaca recuperada o muerte de causa cardiaca y el combinado de ictus fatal y no fatal.
Así pues, se desarrolló este estudio multicéntrico, prospectivo y observacional en 6 centros de Estados Unidos. Se incluyeron a 3.398 hombres (57,8%) y mujeres de 4 grupos étnicos distintos (blancos no hispanos, afroamericanos , hispanos y chinos). Los participantes tenían entre 45 y 84 años (edad media 66 años), y no tenían enfermedad cardiovascular conocida al inicio del estudio. A todos se le realizó un TC de arterias coronarias basal. Durante una mediana de 7,6 años de seguimiento, hubo un total de 175 casos de cardiopatía isquémica y 90 de ictus. Se estudiaron el volumen y la densidad de calcio en el mismo modelo multivariable. El volumen de calcio mostró una asociación directa e independiente con la enfermedad cardiovascular con un HR de 1,68 (IC 95%; 1,42-1,98) por cada incremento de una desviación estándar (SD=1,6) el riesgo absoluto aumentó en 7,9 casos por 1.000 personas y año. Por el contrario, la puntuación de densidad de calcio se asoció de forma inversa e independiente con la enfermedad cardiovascular. Se objetivó un HR de 0,73 (IC 95%, 0,58-0,91), por cada incremento de una desviación estándar, el riesgo absoluto de enfermedad cardiovascular disminuyó en 8,2 casos por 1.000 personas y año. El área bajo la curva ROC mejoró significativamente la predicción del riesgo con la adición de la densidad de calcio a un modelo que contemplaba sólo el volumen, tanto para la cardiopatía isquémica como para las enfermedades cardiovasculares. En el grupo de riesgo intermedio de enfermedad cardiovascular, el área bajo la curva de eventos cardiovasculares aumentó de 0,53 (IC del 95% 0,48 a 0,59) a 0,59 (IC del 95%, 0,54 a 0,64), p=0,02.
Con todo ello los autores concluyen que para cualquier volumen placa aterosclerótica con calcio, la densidad del mismo se asoció inversa y significativamente con el riesgo de enfermedad cardiovascular. Por tanto, consideran que el papel de la densidad de calcio debe considerarse al evaluar los sistemas actuales de puntuación de calcio coronario.
Creemos que estamos ante un estudio interesante, que vuelve a la vieja diferenciación fisiopatológica entre placa inestable de escaso contenido cálcico y precursora de síndromes coronarios agudos, y placa estable, rica en calcio y causa de la angina estable. Son varias las limitaciones que reconocen los mismos autores, las principales que se dividió la densidad de calcio en cuatro cuartiles y no se trató como una variable continua, y también que a los pacientes con mayor score de Agatston se les informó de este hecho y de su relación con una mayor tasa de eventos cardiovasculares, así podría haber un sesgo que provocase que estos pacientes adoptaran hábitos de vida más saludables.
Como se indica en un editorial publicado también on-line, el estudio MESA otorga un arma más sobre todo para la evaluación de pacientes con riesgo intermedio, si bien no justifica el uso del TC como elemento de screening poblacional.
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