La miocarditis se define por una respuesta inmunitaria a una infección o lesión, identificada con mayor frecuencia tras una infección vírica o una exposición reciente a cardiotoxinas o fármacos.
La miocarditis clásica también puede deberse a la activación del sistema inmunitario por autoantígenos sin un desencadenante exógeno. Las variantes patogénicas de los genes que codifican las proteínas sarcolemales y desmosomales están presentes entre el 4% y el 44% de los pacientes con miocarditis y pueden estar relacionadas con la disfunción cardiaca persistente y las arritmias.
La presentación clínica más frecuente es el dolor torácico agudo parecido a un infarto isquémico o una pericarditis. La insuficiencia cardiaca y el síncope por taquiarritmias o bradiarritmias son características de un curso clínico complicado con riesgo sustancial de futuros eventos cardiovasculares y muerte.
La troponina de alta sensibilidad, el ECG y los ecocardiogramas son útiles, pero carecen de sensibilidad y especificidad suficientes para confirmar el diagnóstico. La resonancia magnética cardiovascular está indicada para confirmar la miocarditis en casos de bajo riesgo y sin complicaciones. La biopsia endomiocárdica está indicada para guiar el tratamiento en los casos de alto riesgo.
En esta revisión se analizan los aspectos clínicos, la patogenia, la susceptibilidad genética y el tratamiento de la miocarditis no complicada, complicada y fulminante relacionada con lesiones víricas. Se identifican las lagunas en el conocimiento y se sugieren las principales cuestiones de investigación en la patogenia, el diagnóstico y el tratamiento de la miocarditis aguda.
Referencias: