Las drogas, como la cocaína y la metanfetamina, tienen efectos en el sistema de conducción cardiaco y facilitan la aparición de arritmias cardíacas. Las anfetaminas y la cocaína afectan la expresión y la cinética de activación de múltiples canales iónicos y proteínas de señalización del calcio. Ello produce alteraciones en el ECG, bradicardia y taquiarritmias auriculares y ventriculares.
El uso no médico de medicamentos recetados ocasiona muertes por sobredosis y uso crónico. La gran mayoría de estos fármacos son estimulantes que tienen diversos efectos sobre el sistema cardiovascular, incluido el ritmo cardiaco.
Existe gran controversia sobre el uso de desfibriladores en prevención primaria o secundaria en adictos con insuficiencia cardíaca y fracción de eyección reducida.
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