Obesidad infantil y programas de prevención para la Hipertensión Arterial: Metanálisis
Metanálisis que evalúa el efecto de la dieta y la actividad física sobre la presión arterial en sujetos con obesidad infantil. Los autores concluyen que un programa de obesidad infantil produce un moderado efecto beneficioso sobre la presión arterial.

La obesidad y el sobrepeso infantil se asocian con frecuencia a cifras elevadas de la presión arterial. Sin embargo, se desconoce como afecta el cambio de estilo de vida y los programas de prevención en la presión arterial en este grupo poblacional. Para poder contestar a esta pregunta, se diseñó un metanálisis que evaluó el efecto de los programas de prevención de la obesidad infantil en el control de la presión arterial. Los estudios fueron incluidos solo si se aplicaba una intervención con dieta y/o actividad física y existía un seguimiento de al menos 12 meses (6 meses en caso de estudios realizados en escuelas). Se excluyeron aquellos estudios donde la intervención asoció medidas farmacológicas. De los 23 estudios incluidos (con casi 19.000 pacientes), 21 implicaron a centros escolares. En total, el efecto de la intervención produjo una reducción de 1,64 mmHg (IC 95% 0,71-2,56; p=0,001) de la presión sistólica y 1,44 mmHg (IC 95% 0,60-2,28; p=0,001) de la diastólica. La combinación de dieta y ejercicio físico llevó a una disminución de ambas presiones, diastólica y sistólica, mayor que únicamente la dieta o la actividad física por separado. Además, el 46% de las intervenciones tenían un efecto similar tanto en la presión arterial como en los eventos relacionados con la adiposidad, mientras que en un 39% de los estudios se objetivó un efecto beneficioso sobre la presión arterial pero no sobre los eventos adversos. Los autores concluyen que un programa de prevención de la obesidad infantil tiene un efecto moderado sobre la presión arterial. Además, el efecto es mayor cuando se asocia una intervención sobre la dieta y la actividad física. Una vez más se pone de manifiesto la importancia de la dieta y el ejercicio físico como medidas principales para la prevención tanto primaria como secundaria de la enfermedad cardiovascular. Lamentablemente, esta es una faceta difícil de implementar en nuestros pacientes.
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Comentario del Dr. David Vivas Balcones

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Alcalá. Premio extraordinario en Medicina 2004. Doctor en Medicina con la calificación de sobresaliente cum laude por la Universidad Complutense Madrid. Diplomado en Estadística en Ciencias de la Salud por la Universidad Autónoma de Barcelona. Médico Especialista de Área en Cardiología en el H. Clínico San Carlos de Madrid. Coordinador de la relación entre Atención Primaria y Consulta de Alta Resolución Cardiológica del Hospital Clínico San Carlos, Madrid. Director del Curso Aspectos Prácticos en Cardiología Clínica. Responsable de la Unidad de Cardiología de MD Anderson, Madrid.