El pintoresco término "robo coronario" surgió en 1967 en paralelo al de "robo subclavio" acuñado en un editorial anónimo de 1961. En ambos casos, la palabra "robo" describía la inversión del flujo en el contexto de una red vascular interconectada pero anormal: en un caso, una estenosis de la subclavia izquierda proximal al origen de la arteria vertebral y, en el otro, una fístula coronaria.
Con el tiempo, el término se ha transformado para incluir un conjunto más amplio de fisiopatologías sin inversión explícita del flujo, sino más bien con una disminución del flujo durante el esfuerzo debida a otros mecanismos. Esta revisión pretende arrojar luz sobre este fenómeno desde una perspectiva clínica y fisiopatológica, detallando las condiciones anatómicas y fisiológicas que permiten la aparición del llamado robo y ofreciendo opciones de tratamiento para seis escenarios distintos.
Referencias:
- Eur Heart J. - Coronary steal: how many thieves are out there?