Metanálisis: Ecocardiografía de estrés submáxima, ¿vale para algo?
El propósito del estudio fue evaluar mediante un metaanálisis el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares en pacientes con un ecocardiograma de esfuerzo submáximo (FC<85% de la máxima) normal. Desde 1980 al 2011, incluyen 14 trabajos con más de 11.000 enfermos.

El ecocardiograma de esfuerzo es bien sabido que constituye una excelente herramienta para detectar cardiopatía isquémica. Además, cuando resulta normal, indica una baja probabilidad de sufrir complicaciones cardiovasculares en los años venideros (0,5-2% anual). Cuando la prueba no es concluyente (no se alcanza una frecuencia cardiaca > 85% de la máxima prevista por la edad y género), su valor no está tan claro. Así, en el presente artículo publicado en JACC se plantean analizar mediante la realización de un metaanálisis qué ocurre con estos pacientes que tienen un ecocardiograma de estrés (incluyen de ejercicio y con dobutamina. NO con dipiridamol, en el que no aplica lo de la FC) “sin alteraciones” pero no concluyente. Buscando en Pubmed, EMBASE y CENTRAL, identifican 14 estudios de 1980 a 2011, que engloban a 11.542 personas, con una mediana de seguimiento de 32 meses. Se centran principalmente en muerte cardiaca, infarto de miocardio y procedimientos revascularizadores. En 8 trabajos, con 4.577 pacientes, el riesgo fue un 70% superior en aquellos con una prueba submáxima, mientras que en los otros 7, con 5.798 enfermos, el riesgo fue un 127% superior. Incluso hubo una cierta tendencia a una mayor mortalidad (RR: 1,36; p=0,15; intervalo de confianza al 95%: 0,89 a 2,09). El riesgo total de eventos cardiovasculares fue un 278% superior, cuando la prueba submáxima además mostró anomalías (comparada con aquellos con prueba submáxima “normal”). Finalmente, los investigadores concluyen que los pacientes con ecocardiograma de estrés submáximo normal, presentan un riesgo de padecer eventos cardiovasculares superior a aquellos que alcanzan una prueba concluyente. Por esto, afirman que se debe tener en cuenta a la hora de llevar a cabo una estratificación de riesgo y pronóstica de nuestros enfermos. El trabajo, firmado por Makani et al, supone la revisión más extensa y rigurosa sobre ecocardiografía de estrés submáxima publicada hasta la fecha, a pesar de los años que lleva la técnica incorporada a la práctica clínica diaria. Los resultados, que parecen bastante lógicos, nos permiten seguir aplicando el sentido común a nuestra actividad diaria, pero ahora con datos objetivos en la mano. Esto es importante porque existen ciertos grupos de pacientes con probabilidad aumentada de acabar con un test submáximo (diabéticos, enfermos en tratamiento betabloqueante o ciertos calcioantagonistas, afroamericanos, antecedentes de infartos previos, ancianos, etc.), por lo que es crucial tener en mente para qué vale el resultado cuando no se alcanza la frecuencia cardiaca objetivo. Continuando con el ecocardiograma, existen ciertas opciones para abordar este problema; se puede añadir atropina tras la infusión de dobutamina, o bien realizar la prueba con dipiridamol o vasodilatadores similares, que también poseen excelente sensibilidad y especificidad, con baja tasa de complicaciones.
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