Riesgo de valvulopatía en pacientes hiperprolactinémicos tratados con Cabergolina
Comentario del Autor: Dr. Juan Gabriel Córdoba Soriano
En la década de los noventa se describieron varios casos y series de casos de un tipo de valvulopatía restrictiva caracterizada por retracción, fibrosis y calcificación de válvulas y aparato subvalvular que afectaba más frecuentemente a Mitral y Tricúspide, en pacientes que habían recibido tratamiento con fármacos anorexígenos como Fenfluramina o Phentermina y que compartían hallazgos comunes con la válvulopatía tricúspide asociada a tumores carcinoides o con la fibrosis retroperitoneal previamente descrita con este tipo de fármacos.

Por esta primera descripción se denominó valvulopatía Phen-Fen. Más recientemente, en la década pasada, se comenzó a describir esta valvulopatía asociada a derivados ergotamínicos utilizados fundamentalmente en la Enfermedad de Parkinson, como Bromocriptina y Cabergolina, en principio como casos aislados y posteriormente con varios estudios de casos y controles publicados en prestigiosas revistas. Esto llevó a una investigación más a fondo del posible mecanismo causal llegando a la conclusión de que como en los tumores carcinoides, la activación de receptores de Serotonina (en este caso el receptor 5HT2B) ampliamente presentes en el endocardio, jugaba un papel fundamental, ya que su activación induce mitogénesis y proliferación de fibroblastos con aumento de producción de matriz extracelular, que da lugar a las alteraciones encontradas en válvulas y aparato subvalvular, parece que con una relación dependiente de dosis y tiempo de tratamiento. Cabergolina es un agonista parcial de los receptores 5HT2B con alta eficacia en el tratamiento de hiperprolactinemia evitando incluso en ocasiones la necesidad de neurocirugía en adenomas secretores de prolactina. Si bien su relación con el desarrollo de valvulopatías se ha estudiado más a fondo en pacientes que reciben este tratamiento para la Enfermedad de Parkinson, no queda claro que produzcan afectación valvular en pacientes con Hiperprolactinemia, donde las dosis utilizadas son 4-5 veces inferiores a las utilizadas en la Enfermedad de Parkinson. Hasta la fecha se habían publicado 12 trabajos, todos ellos estudios de casos y controles evaluando la afectación valvular cardiaca mediante ecocardiografía en pacientes hiperprolactinémicos, con resultados contradictorios, pero la opinión general derivada de los mismos es que puede utilizarse de forma segura y a estas dosis en estos pacientes. Nosotros hemos analizado mediante ecocardiografía la prevalencia de valvulopatías de cualquier tipo en 32 hiperprolactinémicos (75% mujeres y la mayoría prolactinomas) atendidos en nuestro centro, que habían recibido Cabergolina durante al menos 6 meses y la hemos comparado con un grupo control sano y sin historia de tratamiento con derivados ergotamínicos. La dosis media acumulada de Cabergolina fue de 158 mg y la mediana de dosis que el paciente recibía en el momento de estudio fue de 0,5 mg. La presencia de valvulopatía se cuantificó en cuatro grados (insignificante, leve, moderada, severa) y estructuralmente se evaluó la presencia de calcificación o engrosamiento de válvula o aparato subvalvular considerando como significativa un grosor >5 mm así como el área de tenting mitral como indicador de restricción al cierre valvular. No encontramos ningún caso de valvulopatía grave en el grupo tratado y solo un caso de valvulopatía tricúspide moderada. Cuando comparamos los 5 pacientes con valvulopatía de grado mayor o igual a leve con los 11 controles sanos con el mismo grado de valvulopatía encontramos una diferencia no significativa en el área de tenting mitral que también era significativamente mayor entre esos 5 casos comparados con los 27 restantes, sin diferencias en la dosis media acumulada ni tiempo de tratamiento entre esos dos últimos grupos. La conclusión de nuestro estudio es que al igual que en otros similares, Cabergolina a las dosis utilizadas para el tratamiento de la Hiperprolactinemia es segura en cuanto al desarrollo de valvulopatías, sin embargo el área de tenting mitral puede ser un indicador subclínico o premonitorio del desarrollo de enfermedad valvular y por lo tanto quizás estudios a más largo plazo puedan ayudar a conocer el riesgo de desarrollo de valvulopatías con un tratamiento más prolongado. Por tanto, sería aconsejable una evaluación ecocardiográfica antes de comenzar al tratamiento y un seguimiento ecocardiográfico anual o bianual después, para un adecuado control de estos pacientes.
Enlaces:
- Rev Esp Cardiol - Afección valvular cardiaca por dosis bajas de cabergolina en pacientes hiperprolactinémicos»
Sobre el Autor

Juan Gabriel Córdoba Soriano es licenciado en Medicina por la Universidad de Castilla-La Mancha en 2007, residente de Cardiología desde 2008-2013 en el Servicio de Cardiología del Hospital General Universitario de Albacete. Rotación en la Unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista del Washington Hospital Center en Washington DC. Suficiencia Investigadora y obtención del Diploma de Estudios Avanzados por la Universidad de Castilla La-Mancha en 2010. Máster de Cardiología por la Universidad Miguel Hernández en 2012.Miembro de la Sociedad Española y Europea de Cardiología. Ponencias y comunicaciones en congresos nacionales e internacionales de Cardiología y Cardiología Intervencionista respectivamente. Actualmente en formación en Hemodinámica y Cardiología Intervencionista en el Hospital General Universitario de Albacete gracias a una beca proporcionada por ABBOT Vascular.