Se trata de un estudio de ciencia básica, una prueba de concepto de la interacción entre los sistemas de carga inalámbrica de los teléfonos y varios dispositivos cardíacos implantables. Las autores concluyen que el sistema de carga Qi es completamente seguro, mientras que el MagSafe de iPhone 14 puede activar el modo imán. Sin embargo, al leerlo en detalle, comprobamos que esta es una posibilidad altamente improbable en un uso real.
Métodos
Para el estudio toman dos dispositivos: un iPhone 14, con sistema de carga MagSafe, y un Google Pixel con carga Qi. Los colocan encima de dieciséis generadores de marcapasos y DAI implantados en un modelo porcino y evalúan la activación del modo imán en el dispositivo. Seguidamente comprueban si ciertas modificaciones, tales como la profundidad del implante (subcutáneo o submuscular), uso de una carcasa de plástico o una placa de acero, modifican esta interacción.
Resultados
Observan que el iPhone activa el modo imán en 7/16 dispositivos (con particular predilección por los Medtronic) cuando se encuentran en posición subcutánea, resultado que apenas se modifica por el uso de una carcasa. Sin embargo, cuando se implantan en posición submuscular a unos 2,5 cm de profundidad, esta interacción desaparece. También desaparece si se coloca una fina placa de acero detrás del teléfono para bloquear el campo magnético.
En el caso del Google Pixel no existe activación del modo imán en ninguno de los escenarios.
Comentario
El resultado es el esperable si sabemos, primero, que el detector de los marcapasos, sea un interruptor de lengüeta o un sensor de efecto Hall, está diseñado para activarse con intensidades de campo superiores a 1 mT. Segundo, el estándar de carga Qi no precisa imanes en el teléfono, por lo que conceptualmente es físicamente imposible que active el modo imán. Por el contrario, los imanes del sistema MagSafe generan un campo que los autores del artículo miden en 4 mT, ampliamente mayor al necesario para activar el modo imán.
Por tanto, con estas premisas, sucede lo esperable: si ponemos un imán potente (MagSafe, 4 mT) justo encima de un sensor de campo magnético (marcapasos o DAI), este se va a activar. Y también sucede lo esperable: por la ley de la inversa del cuadrado, separando mínimamente (2,5 cm) el imán del marcapasos, esta interacción ya no ocurre.
De hecho, un estudio publicado hace cuatro años en Heart Rhythm* medía la intensidad de campo generada por un iPhone en 11 mT a 1 mm del terminal, pero esta intensidad caía a 0,8 mT a tan solo 21 mm de la superficie del teléfono. Unos datos que explican la observación de que un implante submuscular a 2,5 cm evite la activación del modo imán.
Así pues, aunque teóricamente y de modo conceptual un iPhone con MagSafe puede activar el modo imán y suponer un riesgo de interferencia, basta con indicar al paciente que no se apoye el teléfono justo encima del marcapasos.
Eso, o que se compre un Android, que son más baratos.
*: https://www.heartrhythmjournal.com/article/S1547-5271(21)01859-2/fulltext
Referencias:
- EP Europace. - Preventing smartphone induction of magnet mode in cardiac implantable electronic devices
Julián Palacios Rubio
