Comentario del Autor: José Miguel Rivera Caravaca
En este estudio se pretendía investigar si la reevaluación periódica de las escalas CHA2DS2-VASc y HAS-BLED era capaz de mejorar la predicción del ictus isquémico y hemorragia mayor en pacientes con fibrilación auricular (FA), la arritmia cardiaca más frecuente en la población general. Para ello, se incluyeron 1361 pacientes con FA en tratamiento anticoagulante oral con antagonistas de la vitamina K (AVK). Durante 6 años, se analizaron los ictus isquémicos/accidentes isquémicos transitorios (AIT) y los episodios hemorragia mayor, y se llevó a cabo un seguimiento clínico con una reevaluación de las escalas CHA2DS2-VASc y HAS-BLED cada 2 años tras la evaluación basal.
Respecto al ictus isquémico/AIT, 156 pacientes (11,5%) sufrieron un evento durante el seguimiento. El CHA2DS2-VASc reevaluado tanto a los 2 como a los 4 años mostró una mejor capacidad predictiva en comparación con el valor basal, y arrojó un aumento de la Mejora de la Discriminación Integrada (IDI) y del Índice de Reclasificación Neto (NRI), reflejando mayor sensibilidad y precisión en la predicción del riesgo. En cuanto a la hemorragia mayor, 269 pacientes (19,8%) presentaron un evento durante el seguimiento. El HAS-BLED reevaluado a los 2 años mostró una mejor capacidad predictiva en comparación con el valor basal, con mejoras en la sensibilidad y reclasificación. Por otro lado, el HAS-BLED recalculado a los 4 años tuvo una ligera mejora en la sensibilidad respecto al valor calculado de forma basal.
De forma interesante, este estudio ha presentado un análisis innovador sobre la naturaleza cambiante y evolutiva del riesgo de ictus y hemorragia en pacientes con FA, siendo el primer estudio que ha investigado el “dinamismo” de los riesgos -y de las escalas clínicas para predecirlos- en nuestro país. Se confirma que los riesgos de ictus y hemorragia no son estáticos, lo que respalda la necesidad de una reevaluación continua de las escalas CHA2DS2-VASc y HAS-BLED. En el estudio, la actualización de estas escalas cada dos años mejoró su capacidad predictiva en comparación con la simple y tradicional evaluación inicial, aunque posiblemente no exista un intervalo ideal en el cual deba llevarse a cabo esta reevaluación sino que ésta deba adaptarse a la situación clínica de cada paciente.
No obstante, el estudio si nos permite reflejar algunas implicaciones clínicas que son relevantes. Por un lado, se refuerza la recomendación de actualizar periódicamente las escalas de riesgo en los pacientes FA, lo que según este estudio puede ser especialmente relevante para la adecuada optimización de la predicción del riesgo de ictus, y para ajustar la terapia anticoagulante según el caso. Por otro lado, la reevaluación podría mejorar la precisión de las decisiones clínicas y, consecuentemente, reducir eventos adversos innecesarios y evitables.
En conclusión, este estudio aporta evidencia sólida sobre la necesidad de reevaluaciones periódicas de las escalas de riesgo en pacientes con FA, lo que ayudaría a mejorar la predicción de eventos adversos y a un manejo más individualizado y preciso.
Referencias:
- Rev Esp Cardiol. - Dynamic assessment of CHA2DS2-VASc and HAS-BLED scores for predicting ischemic stroke and major bleeding in atrial fibrillation patients

José Miguel Rivera Caravaca