Metaanálisis que analiza los efectos de semaglutide en la reducción de la presión arterial sistólica en pacientes con hipertensión y obesidad. Semaglutide, un agonista del receptor de GLP-1 utilizado principalmente en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad, ha mostrado beneficios adicionales en la reducción de la presión arterial. Este metaanálisis utiliza datos individuales de pacientes provenientes de tres ensayos clínicos aleatorizados (RCTs) importantes: el ensayo STEP 1, STEP 2 y STEP 3, para investigar si el efecto de semaglutide sobre la presión arterial sistólica es más pronunciado en pacientes con hipertensión comparado con aquellos que tienen niveles de presión arterial en el rango normotensivo.
Objetivos del estudio
El objetivo principal de este metaanálisis fue evaluar el cambio en la presión arterial sistólica entre los grupos de tratamiento con semaglutide y placebo en pacientes con diferentes categorías de hipertensión. Además, el estudio examinó cómo los cambios en el peso corporal mediaban la reducción de la presión arterial y la alteración del régimen de medicación antihipertensiva durante el tratamiento.
Métodos
Se incluyeron datos de 3.136 participantes de tres ensayos clínicos aleatorizados que examinaron el efecto de semaglutide 2.4 mg sobre el peso corporal durante 68 semanas. Los participantes se categorizaron según el diagnóstico de hipertensión, medicación antihipertensiva en uso, o medición basal de la presión arterial sistólica (PAS). Las categorías incluyeron hipertensión (HTN), presión arterial sistólica basal superior a 130 mmHg (HTN130), presión arterial sistólica superior a 140 mmHg (HTN140) y aquellos con hipertensión aparente resistente (RH). El análisis primario comparó el cambio de la PAS durante el ensayo entre los brazos de semaglutide y placebo usando análisis de covarianza (ANCOVA).
Resultados
- Reducción de la presión arterial sistólica (PAS): En general, la diferencia en el cambio de PAS entre el grupo de tratamiento con semaglutide y el grupo placebo fue de −4,95 mmHg (IC del 95%: −5,86 a −4,05). Los resultados específicos fueron:
- Para el grupo con hipertensión (HTN): −4,78 mmHg (IC del 95%: −5,97 a −3,59)
- Para el grupo HTN130: −4,93 mmHg (IC del 95%: −6,75 a −3,11)
- Para el grupo HTN140: −4,09 mmHg (IC del 95%: −7,12 a −1,06)
- Para el grupo con hipertensión aparente resistente (RH): −3,16 mmHg (IC del 95%: −8,69 a 2,37)
- Impacto del tratamiento antihipertensivo: El estudio encontró que la reducción de la PAS fue mediada en gran medida por la pérdida de peso. Además, el puntaje de intensidad del tratamiento antihipertensivo disminuyó en los que recibieron semaglutide en comparación con el placebo (−0,51; IC del 95%: −0,71 a −0,32), lo que indica una reducción en la necesidad de medicación antihipertensiva.
- Efecto del peso corporal: La pérdida de peso tuvo un papel significativo en la reducción de la PAS. Los análisis de mediación indicaron que el cambio en el peso corporal explicaba en gran parte la disminución de la presión arterial observada con el tratamiento con semaglutide. Esto sugiere que semaglutide es efectivo no solo para reducir el peso, sino también para disminuir la presión arterial a través de este mecanismo.
Conclusiones
Este metaanálisis de datos de pacientes individuales de los ensayos STEP 1, STEP 2 y STEP 3 encontró que semaglutide reduce la presión arterial sistólica en pacientes con hipertensión de manera similar a lo observado en todos los participantes del ensayo. Esta reducción puede deberse en parte a la disminución simultánea de la medicación antihipertensiva durante el tratamiento con semaglutide. Los resultados sugieren que semaglutide es un tratamiento complementario útil para pacientes con hipertensión y obesidad, especialmente aquellos con hipertensión resistente que requieren estrategias terapéuticas más efectivas para alcanzar los objetivos de presión arterial.
Implicaciones clínicas
Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones significativas para la práctica clínica, ya que indican que semaglutide puede ser utilizado como una terapia adicional para mejorar el control de la presión arterial en pacientes con hipertensión, particularmente en aquellos que también luchan contra la obesidad. La posibilidad de reducir o eliminar medicamentos antihipertensivos mientras se controla la presión arterial y se logra una pérdida de peso significativa representa una ventaja importante en el manejo de la hipertensión complicada por la obesidad.
Referencias: