PARTNER B: Resultados de las TAVI a largo plazo en pacientes inoperables
La rama B del estudio PARTNER analizó los resultados de las prótesis transcatéter (TAVI) en el tratamiento de la estenosis aórtica severa sintomática, en pacientes inoperables. Ahora publican en Circulation los resultados de este trabajo a largo plazo.

Los resultados en el estudio inicial, que fue publicado en el NEJM, supusieron un espaldarazo muy importante para esta técnica.
En dicho ensayo, 358 pacientes fueron asignados aleatoriamente a TAVI o la terapia estándar (incluyendo en algunos casos valvuloplastia aórtica). Ahora, se presentan los resultados a 3 años en estos pacientes, junto a los resultados agrupados para todos los pacientes inoperables asignados al azar (n=449) en PARTNER, también, incluyendo la porción aleatoria del estudio acceso continuo (n=91) (estos fueron unos pacientes que no podían entrar en PARTNER A porque eran inoperables y se incluyeron en el análisis que nos ocupa).
La tasa de mortalidad a 3 años en los grupos de TAVI y tratamiento estándar fue de 54,1% y 80,9%, respectivamente (p<0,001; cociente de riesgo, 0,53; 95% intervalo de confianza, 0,41 a 0,68; p<0,001).
En los supervivientes, hubo una mejoría significativa en la clase funcional de la NYHA sostenida a los 3 años. La incidencia acumulada de ictus a los 3 años de seguimiento fue de 15,7% en los pacientes de TAVI frente a 5,5% en los pacientes sometidos a la terapia estándar (razón de riesgo, 2,81; intervalo de confianza del 95%, 1,26 a 6,26; p=0,012). Sin embargo, la combinación de muerte o accidentes cerebrovasculares fue significativamente menor después de TAVI frente a la terapia estándar (57,4% frente a 80,9%, p<0,001; razón de riesgo, 0,60; intervalo de confianza 95%, 0,46 a 0,77; p<0,001).
La ecocardiografía mostró un aumento sostenido en el área de la válvula aórtica y la disminución de gradiente transvalvular tras TAVI. El análisis de los 449 pacientes asignados al azar (agrupados TAVI, n=220; la terapia estándar, n=229) demostró una mejoría significativa en la mortalidad por todas las causas y el estado funcional temprano y a 3-años de seguimiento. Los resultados de la cohorte combinada fueron similares a los resultados obtenidos a partir del estudio PARTNER fundamental.
Dentro de esta maraña de datos, se observa claramente el beneficio que supone la estrategia TAVI (entonces usaban un tipo de prótesis Edwards Sapien más antigua, ahora disponemos de modelos muy mejorados, que presumiblemente podrían hacer las diferencias aún mayores). Estos datos sirven para esclarecer uno de los puntos más señalados por los “detractores” de la técnica, la falta de datos en durabilidad.
Si en la peor circunstancia posible, pacientes añosos, tan deteriorados o frágiles como para no ser operables, se obtienen resultados tan espectaculares y duraderos en términos de mortalidad y de calidad de vida, nos planteamos qué sucedería en otro tipo de enfermos, menos delicados. Los estudios, muchos en marcha actualmente, nos lo dirán próximamente, pero lo que parece cada vez más claro es que la marcha de la técnica TAVI se acelera cada vez más...
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Comentario del Dr. Iván Núñez Gil

Iván J. Núñez Gil, licenciado en Medicina por la UCM de Madrid (Premio Extraordinario). Actualmente trabaja como cardiólogo intervencionista con interés en cuidados agudos cardiovasculares en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Miembro de varias sociedades científicas nacionales e internacionales (FESC). Acreditación europea ACC. Doctorado con calificación de Premio Extraordinario. Autor de múltiples artículos y capítulos de libros. Revisor y miembro del comité editorial de múltiples revistas nacionales e internacionales. Tutor de residentes y secretario del Comité de Tutores de la Sociedad Española de Cardiología.