Causas de reingreso a los treinta días tras insuficiencia cardiaca, infarto de miocardio o neumonía
Los reingresos en el primer mes tras un episodio de insuficiencia cardiaca (IC), infarto de miocardio (IM) o neumonía son frecuentes, pueden ocurrir en cualquier momento durante ese mes, y con un gran espectro de diagnósticos.
Artículo publicado en JAMA, en el que se analizó los datos del Medicare entre 2007-2009, que muestra que los reingresos en el primer mes tras un episodio de insuficiencia cardiaca, infarto de miocardio o neumonía son muy frecuentes y pueden ocurrir en cualquier momento durante ese mes, tanto por el mismo motivo como por causas distintas a las que produjo el primer ingreso. En concreto, en el primer mes tras un ingreso por insuficiencia cardiaca se documentó un 24,8% de rehospitalizaciones (329.308 reingresos de 1.330.157), un 19,9% tras un infarto de miocardio (108.992 reingresos tras 548.834), y un 18% tras una neumonía. La proporción de pacientes que reingresaban en el primer mes por el mismo motivo del alta fue 35% tras ingreso por insuficiencia cardiaca, 10% tras infarto de miocardio, y 22% por neumonía. De todos los reingresos, la mayoría ocurrió en la primera quincena: 61% tras un ingreso de IC, 67,6% tras un ingreso por infarto de miocardio, 62,6% tras un ingreso por neumonía. Hubo un gran espectro de otras causas de reingresos, donde destacan la sepsis, la reagudización de EPOC y los sangrados gastrointestinales. Se trata de un registro llamativo por el gran número de pacientes que analizaron. Pone de manifiesto que, a pesar del gran arsenal terapéutico disponible en el momento actual para estas tres patologías, hubo gran número de reingresos por el mismo motivo en el primer mes, lo que quizá apunta a un tratamiento insuficiente intrahospitalario, o falta de un seguimiento extrahospitalario correcto para dichas patologías. Este estudio además incide sobre los motivos de reingresos. Además de rehospitalizar por el mismo motivo (insuficiencia cardiaca, infarto de miocardio o neumonía) que podría ser previsible, hay una serie muy amplia de otros diagnósticos, donde destacan la sepsis, la reagudización de EPOC y los sangrados gastrointestinales. Como críticas a este estudio se deben mencionar las relacionadas a este tipo de registros, donde la idoneidad de los diagnósticos depende de la cumplimentación correcta de las bases de datos. Además la población es muy específica (población estadounidense, sujeta al sistema medicare) y no se puede extrapolar al resto del mundo. En cualquier caso, se trata de un gran registro que aporta datos pronósticos de estas patologías muy prevalentes y que provocan gran morbi-mortalidad, así como consumo de muchos recursos sanitarios, y nos hacen reflexionar sobre la evolución real de los pacientes a corto plazo.
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