En 2024, la Asociación Americana del Corazón (AHA) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) han emitido una actualización detallada de las guías de reanimación cardiopulmonar y atención cardiovascular de emergencia enfocada en el ahogamiento. Este documento integra revisiones sistemáticas recientes y recomendaciones específicas basadas en la evidencia para optimizar la reanimación en casos de ahogamiento. A continuación, desgloso las principales recomendaciones y conceptos de este informe, con el fin de ofrecer una visión comprensiva para los profesionales de la salud.
Contexto del ahogamiento y su impacto en la salud pública
El ahogamiento representa la tercera causa principal de muerte por lesiones no intencionales en todo el mundo, con una estimación de 236.000 muertes anuales. En Estados Unidos, este problema provoca aproximadamente 4.000 muertes y 8.000 incidentes no fatales cada año. La mayoría de los casos de ahogamiento avanzan de una detención respiratoria inicial a una cardiaca debido a la hipoxia. Este informe subraya la importancia de restaurar la respiración y la circulación en la reanimación tras el ahogamiento, dado que es difícil distinguir entre arresto respiratorio y cardíaco en situaciones de emergencia.
Cadena de supervivencia en el ahogamiento
La cadena de supervivencia en el ahogamiento incluye cinco pasos fundamentales:
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Prevención del ahogamiento: La prevención es clave y puede evitar hasta el 90% de los ahogamientos. Incluye barreras físicas para limitar el acceso a cuerpos de agua, uso de chalecos salvavidas y supervisión continua.
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Reconocimiento de la angustia y solicitud de ayuda: Es crucial identificar rápidamente a alguien en peligro de ahogarse. Las personas en riesgo suelen ser incapaces de expresar su situación debido a la respuesta instintiva de buscar aire.
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Proveer flotación: El uso de dispositivos de flotación reduce el riesgo de progresión hacia el ahogamiento fatal y asegura que los rescatistas no se conviertan en víctimas al intentar salvar a alguien.
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Extracción segura del agua: Es esencial sacar a la persona del agua para continuar con la reanimación. Este paso debe realizarse con precaución, manteniendo una posición horizontal, en lo posible, para reducir el riesgo de choque y facilitar el tratamiento.
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Proveer atención con soporte vital básico (SVB) y avanzado (SVA): Si ocurre un paro cardiaco, el SVB debe iniciarse inmediatamente, seguido del SVA cuando los servicios médicos de emergencia lleguen.
Estrategias de reanimación: Soporte vital básico y avanzado
Las recomendaciones para el soporte vital básico y avanzado se centran en el manejo de la vía aérea y la ventilación. Los rescatistas entrenados deben dar prioridad a la respiración en la reanimación tras un ahogamiento, ya que el arresto generalmente resulta de la hipoxemia severa.
- Rescate con respiración en el agua: Cuando los rescatistas están capacitados y es seguro hacerlo, proporcionar respiración de rescate en el agua puede prevenir la progresión al paro cardiaco.
- Administración de oxígeno: La hipoxia es una consecuencia importante del ahogamiento, por lo que el uso de oxígeno adicional se recomienda cuando esté disponible y no retrase la reanimación.
Uso de desfibriladores automáticos externos (DAE)
Los arrestos cardiacos en ahogamientos tienen una baja incidencia de ritmos desfibrilables (2%-12%), y generalmente están asociados a un mayor tiempo de inmersión. Aun así, el uso de DAE puede ser beneficioso en algunos casos. Las guías destacan que la reanimación cardiopulmonar (RCP) con ventilación debe iniciarse antes de aplicar un DAE, y la obtención del dispositivo no debe retrasar la RCP.
Recomendaciones específicas de reanimación en ahogamiento
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Iniciar RCP sin verificación de pulso: Los rescatistas no entrenados deben comenzar la RCP sin verificar el pulso, debido a la falta de precisión en su detección y al potencial retraso en la reanimación.
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Compresiones torácicas y ventilación: El enfoque adecuado en la reanimación es iniciar con la apertura de la vía aérea, respiración y luego las compresiones torácicas. Este esquema prioriza la administración de oxígeno, fundamental en un contexto de hipoxia.
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Transportar siempre al hospital: Todos los individuos que requirieron algún nivel de reanimación tras el ahogamiento deben ser trasladados a un hospital para observación y tratamiento adicionales, incluso si solo fue necesario administrar respiración de rescate.
Perspectivas y vacíos de conocimiento en la prevención del ahogamiento
Los esfuerzos preventivos incluyen educación en natación, concienciación sobre los peligros de los cuerpos de agua y entrenamiento en técnicas de rescate. Sin embargo, aún existen lagunas de conocimiento en el ámbito de la prevención y el manejo de ahogamientos, especialmente en regiones con recursos limitados. La AHA y la AAP destacan la necesidad de más investigaciones para desarrollar estrategias basadas en evidencia que mejoren los resultados de reanimación en ahogamiento.
Conclusión
El informe de actualización enfatiza que la reanimación en ahogamiento requiere un enfoque específico que prioriza la ventilación y oxigenación. Además, subraya la importancia de la prevención, el entrenamiento adecuado de los rescatistas y el acceso a dispositivos de emergencia como el DAE en entornos acuáticos.
Referencias: