Se acaba de publicar en Lancet este interesante artículo, que evaluaba si la terapia intensiva antiagregante después de un ictus (AAS+Clopidogrel+Dipiridamol) era más efectiva en la recurrencia de eventos trombóticos (y más segura desde el punto de vista del sangrado) en comparación con la terapia estándar de monoterapia con AAS o Clopidogrel.
Según este estudio, la terapia intensiva no redujo la incidencia o severidad del ictus en pacientes con un evento previo, aunque sí aumentó de forma significativa la tasa de sangrado, en comparación con la monoterapia convencional. Por tanto, parece que en el caso del ictus, no hay evidencia a día de hoy para ser más agresivo en el tratamiento antiagregante que lo que se venía haciendo hasta ahora.
Referencias: