Se trata de un análisis observacional retrospectivo basado en el estudio Micra Coverage with Evidence development (CED), donde se intenta demostrar los beneficios de los marcapasos inalámbricos en pacientes con comorbilidades de alto riesgo.
La fuente de datos y los parámetros del estudio fueron tomados del estudio Micra (CED). La población seleccionada fue de 27,991 pacientes, de los cuales, 9,858 recibieron un marcapasos inalámbrico, mientras que a 12,157 se les implantó el convencional transvenoso.
Se incluyeron pacientes con comorbilidades de alto riesgo para complicaciones por implante de marcapasos transvenosos, como alta probabilidad de infección del dispositivo, sangrados y necesidad de preservar el acceso vascular. Los pacientes incluidos presentaban:
Enfermedad renal crónica (ERC) en estadios 4 y 5 o enfermedad renal terminal (ERT).
Enfermedad oncológica con y sin tratamiento.
Diabetes mellitus (DM).
Valvulopatía tricúspide.
EPOC.
El estudio compara las complicaciones agudas y crónicas, así como las reintervenciones y la mortalidad entre los dos dispositivos. Las complicaciones agudas estudiadas fueron: embolismos, trombosis, complicaciones del sitio de punción, derrame pericárdico, perforaciones e infartos agudos de miocardio (IAM), hemorragias y parada cardíaca asociada al implante del marcapaso, así como hemo y neumotórax. Las complicaciones crónicas consideradas fueron todas aquellas ocurridas 30 días después y hasta los 2 años posteriores al implante del marcapasos, como infecciones del dispositivo, hematomas, luxaciones, pericarditis y hemotórax. Las reintervenciones se definieron como interrogaciones del dispositivo, reemplazo de cables o del sistema en sí, así como la explantación del dispositivo. La mortalidad se midió a los 30 días y a los 2 años.
Se utilizó un análisis de superposición ponderada para comparar las características iniciales y las concordancias entre cohortes. Se realizó un modelo de regresión logística para calcular la posibilidad de complicaciones en los distintos subgrupos, según se implantara marcapasos inalámbrico o transvenoso. También se utilizaron modelos de regresión logística para estimar la odds ratio (OR) de las complicaciones agudas y la mortalidad a los 30 días. Para comparar las (OR) de las complicaciones crónicas, las reintervenciones y la mortalidad a los 2 años, se utilizó un modelo de riesgo competitivo de Fine-Gray. Para reducir la probabilidad de falsos positivos, se utilizó la corrección de Bonferroni.
Resultados:
Complicaciones agudas: No hay diferencias significativas entre los subgrupos de riesgo con respecto al marcapasos inalámbrico y el transvenoso.
Complicaciones crónicas: La (OR) corregida por Bonferroni mostró que el marcapasos inalámbrico presentó menos complicaciones en todos los subgrupos, excepto en los subgrupos con nefropatías.
Reintervenciones: Los subgrupos de EPOC, DM y valvulopatía tricúspide presentaron menores tasas de reintervención en pacientes con marcapasos inalámbrico.
Si comparamos las tasas de complicaciones crónicas con las reintervenciones en pacientes con los dos tipos de marcapasos, estas fueron menores en pacientes con marcapasos inalámbrico, excepto en los subgrupos con nefropatías.
Al estudiar la mortalidad, no hubo diferencias estadísticamente significativas entre ninguno de los dos dispositivos.
Además, los pacientes con el dispositivo inalámbrico con 0, 1 o 2 comorbilidades de alto riesgo tienen entre un 30% y un 45% menos de complicaciones que los pacientes con el transvenoso, así como menos reintervenciones.
En conclusión, se trata de un estudio bien estructurado de buena calidad estadística y estos resultados sugieren que los marcapasos inalámbricos pueden ser una opción segura y efectiva para ciertos pacientes de alto riesgo. Pero no queda muy claro el papel de ciertas comorbilidades como el EPOC y la valvulopatía tricúspide al no constar el grado de severidad de los pacientes con dichas comorbilidades, es difícil conocer el peso mórbido en los distintos casos.
Referencias:
- EP Europace, euad016. - Two-year outcomes of leadless vs. transvenous single-chamber ventricular pacemaker in high-risk subgroups
Comentario por Dr. Ignacio Antonio Sigona-Giangreco