La valoración de la inervación cardiaca simpática puede convertirse en una herramienta útil para planificar el implante de desfibriladores en prevención primaria
Comentario de los Autores: Dra. Pilar García González y Dr. Francisco Ridocci Soriano
Nuestro trabajo que cuenta con financiación del Fondo de Investigación Sanitaria del Instittuto de Salud Carlos III (PI 10/01112) y la Fundación Grupo ERESA (Beca Investigación Medica 2010) se centra en intentar encontrar marcadores pronósticos no invasivos de riesgo arrítmico en pacientes con insuficiencia cardiaca, disfunción ventricular izquierda e indicación clase I de implante de desfibrilador automático mediante la información de la resonancia magnética cardiaca y la gammagrafía de inervación miocárdica, que nos permitan identificar grupos de pacientes de muy alto y/o muy bajo riesgo, facilitando la selección de aquellos que más podrían beneficiarse de la implantación de los dispositivos en una estrategia de prevención primaria, contribuyendo a la optimización de la gestión de los recursos sanitarios, que actualmente dada la coyuntura económica son especialmente limitados.
El presente artículo es un estudio prospectivo observacional, que muestra los datos preliminares de la evaluación de la inervación cardiaca con 123-iodo-metaidobenzilguanidina (123I-MIBG) de una muestra de 47 pacientes con insuficiencia cardiaca, disfunción ventricular izquierda grave, tratamiento médico óptimo e indicación clase I para implante de desfibrilador. El estudio ADMIRE, primer estudio multicéntrico, con más de 950 pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada y disfunción ventricular grave estableció 1,6 como punto de corte de mal pronóstico del índice corazón mediastino tardío (parámetro de inervación cardiaco). Observamos que nuestros pacientes presentaron un marcado deterioro de la inervación cardiaca simpática con un índice corazón mediastino tardío medio de 1,33, y que el 90% de los mismos tenía un índice corazón mediastino menor de 1,6.
Además observamos que el grupo de pacientes con eventos cardiacos presentaban un mayor deterioro de la inervación cardiaca simpática, con índice corazón mediastino tardío significativamente menor, frente al grupo de pacientes sin eventos cardiacos. De todas las variables analizadas en el análisis multivariado únicamente las cifras de creatinina y la presencia de un índice corazón mediastino ≤1,38 (valor de la mediana) se asociaron con un aumento de la probabilidad de presentar un evento cardiaco. Además observamos una peor tendencia, con mayor presencia de eventos arrítmicos en el grupo de pacientes con mayor alteración de la inervación cardiaca (índice corazón mediastino ≤1,38), aunque esta diferencia no es estadísticamente significativa en este primer análisis.
Como se reconoce en el artículo se tratan de datos preliminares, observacionales, con un reducido tamaño muestral y corto periodo seguimiento que forman parte de un proyecto mucha más amplio en el que se evaluará de forma conjunta la información de la resonancia magnética cardiaca y 123I-MIBG. Sin embargo, los resultados son interesantes, pues no existen en la literatura series de pacientes evaluados para implante de DAI con tan marcada alteración en la inervación cardiaca simpática. Por lo que lo que los datos futuros de esta muestra parecen prometedores.
Enlaces:
- Rev Esp Cardiol - Estudio de la inervación simpática cardiaca con 123I-MIBG en pacientes con disfunción ventricular izquierda grave e indicación de desfibrilador »
Sobre los Autores
Pilar García González, licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia en 2008. Médico Interno Residente de 5º año del Servicio de Cardiología del Hospital General Universitario de Valencia.
Francisco Ridocci Soriano, Doctor en Medicina, Fellow European Society of Cardiolgy. Facultativo Especialista Consultor. Servicio Cardiología. Consorcio Hospital General Universitario de Valencia. Profesor Asociado Cardiología. Departamento de Medicina Universitat de Valencia. Tesorero de la Sociedad Española de Cardiología.