Un nuevo estudio liderado por científicos del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) publicado en Medicina &Science in Sports & Exercise, relaciona la actividad física con cambios en la estructura del ADN sin afectar a su estructura primaria.

Los expertos destacan que realizar deporte de forma moderada, es decir, caminar a diario de forma rápida o practicar algún deporte durante, al menos, 30 minutos, permite maximizar los beneficios. Parece que esta modificación se realiza a nivel del metabolismo de los triglicéridos que, en altas concentraciones, incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Estos cambios en el ADN influyen en la lectura de los genes y en su nivel de expresión.
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