Linagliptina en ancianos con Diabetes Mellitus tipo 2 mal controlada a pesar del tratamiento con otros antidiabéticos orales
Estudio donde se analizó la adición de linagliptina en pacientes ancianos con Diabetes Mellitus tipo 2 mal controlada a pesar del tratamiento con antidiabéticos convencionales. Los autores concluyen que linagliptina mejora significativamente los objetivos de control glucémico sin aumentos importantes en los efectos adversos.
La prevalencia de Diabetes Mellitus en la población anciana (>65 años) es superior al 25%. Curiosamente, la mayoría de los ensayos clínicos sobre esta patología no incluyen a este grupo poblacional. Además, la polimedicación del paciente anciano así como la comorbilidad asociada a la edad limita en muchas ocasiones la administración de un tratamiento farmacológico óptimo. En el caso de la diabetes, este hecho se pone de manifiesto en los objetivos de control glucémico: a veces el ideal de HbA1c <7% debe ser balanceado con los potenciales riesgos de un tratamiento más agresivo, en especial las hipoglucemias. Por ello se ha especulado incluso con ser más permisivos en pacientes ancianos con el objetivo de HbA1c (por ejemplo, cifras de 7,5%). La mayoría de los antidiabéticos orales presentan desventajas en el paciente anciano, particularmente el riesgo de hipoglucemia (sulfonilureas, insulina) o fracturas (tiazolidinedionas), o contraindicaciones por insuficiencia renal. Los nuevos fármacos inhibidores de la dipeptidil peptidasa 4 (DPP4) tienen baja incidencia de hipoglucemias y en general presentan buena tolerancia. Al contrario que otras moléculas de esta familia, linagliptina se administra en una sola toma diaria (5 mg), se elimina fundamentalmente por vías diferentes a la renal y tiene mínimas interacciones farmacológicas. Por ello, podría ser un antidiabético ideal para pacientes ancianos. En este trabajo del grupo del grupo del Dr. Barnett recientemente publicado en Lancet, se evaluó la eficacia, seguridad y tolerancia de linagliptina en pacientes ancianos (>70 años) con diabetes tipo 2 mal controlada pesar de encontrarse en tratamiento con otros antidiabéticos orales. Para ello se diseñó un ensayo clínico multicéntrico, aleatorizado y controlado con placebo. Se incluyeron pacientes con diabetes tipo 2 >70 años con niveles de HbA1c >7% y que se encontraran en tratamiento con metformina, sulfonilureas, insulina o una combinación de estos. La aleatorización fue 2:1 para el grupo de linagliptina y se estratificó por niveles de HbA1c (mayor o menor de 8,5%) y uso de insulina. Durante 24 semanas se administró bien 5mg de linagliptina, bien placebo. El objetivo primario de eficacia fue el cambio en los niveles de HbA1c desde la visita basal hasta las 24 semanas. En total se incluyeron 241 pacientes (162 en el grupo de linagliptina y 79 en el de placebo). La edad media fue 74,9 años y la media de HbA1c 7,8%. A las 24 semanas del inicio del tratamiento, el cambio ajustado de los niveles de HbA1c con linagliptina en comparación con placebo fue de -0,64% (IC 95%: -0,81 a -0,48; p<0,0001). En general, la seguridad y la tolerancia fueron similares en ambos grupos. Hasta un 75,9% presentaron algún evento adverso (123 con linagliptina, 60 con placebo). No obstante, no se produjeron muertes y la incidencia de eventos adversos serios fue de un 8,6% en el grupo de linagliptina y de un 6,3% en el de placebo. El más frecuente, la incidencia de hipoglucemias, pero sin alcanzar la diferencia estadística (24,1% con linagliptina y 16,5% con placebo; OR=1,58; IC 95%: 0,78-3,78; p=0,2083). Los autores, a tenor de los hallazgos comentados, concluyen que la adición de linagliptina en pacientes ancianos con diabetes tipo 2 mal controlada a pesar del tratamiento estándar, resulta eficaz en cuanto al control glucémico con un perfil de seguridad similar al del placebo. Estos resultados pueden ayudar a optimizar el tratamiento antidiabético en pacientes ancianos, mejorando los objetivos de control sin apenas aumentar el riesgo de efectos adversos.
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