Estudio GOPCABE: Comparación en la población anciana entre cirugía de revascularización coronaria con o sin bomba
Ensayo clínico donde se comparó en ancianos la revascularización coronaria mediante cirugía con o sin bomba de circulación extracorpórea. Los autores concluyen que no existen diferencias significativas entre ambos procedimientos.
Existe cierta controversia con respecto a los beneficios de una intervención de revascularización coronaria con o sin bomba de circulación extracorpórea. En un principio se había abogado por utilizar la terapia sin bomba para pacientes factibles y de bajo riesgo. De hecho, los estudios ROOBY y CORONARY han demostrado tasas similares de eventos en los pacientes operados con o sin bomba de circulación extracorpórea. Pero todavía queda la duda de si estos resultados son consistentes en aquellos pacientes con un perfil de mayor riesgo, como pueden ser los ancianos.
El estudio GOPCABE, recientemente presentado en el Congreso del American College of Cardiology 2013, es un ensayo aleatorizado, controlado y multicéntrico llevado a cabo en hospitales alemanes. Se incluyeron pacientes de 75 años o más que fueron sometidos a cirugía de revascularización coronaria. El evento primario de eficacia fue el combinado de muerte, ictus, infarto de miocardio, nueva revascularización o necesidad de terapia de reemplazo renal, tanto a los 30 días como a los 12 meses de la intervención.
En total, se aleatorizaron 2.539 pacientes. A los 30 días de la intervención no se objetivaron diferencias estadísticamente significativas entre los pacientes sometidos a cirugía con bomba de circulación extracorpórea frente al grupo donde no se utilizó, en relación al objetivo primario (con bomba 7,8% vs. 8,2% sin bomba; OR = 0,95; IC 95%: 0,71-1,28; p=0,74). Tampoco se objetivaron diferencias en los eventos secundarios tales como muerte, accidente cerebrovascular, infarto de miocardio o nueva terapia de reemplazo renal. La necesidad de nueva revascularización se produjo con mayor frecuencia en el grupo de cirugía sin bomba (1,3% vs. 0,4%; OR = 2,42; IC 95%: 1,03-5,72; p=0,04).
A largo plazo (12 meses), tampoco se objetivaron diferencias significativas entre ambos tratamientos en cuanto al evento compuesto (13,1% vs. 14,0%; HR = 0,93; IC 95%: 0,76-1,16; p=0,48) ni para los eventos individualmente. Además, es importante recalcar que se obtuvieron los mismos resultados en un análisis por protocolo que excluyó a los 177 pacientes que se cruzaron con el tratamiento asignado.
Como conclusión, los autores remarcan que en pacientes ancianos (>75 años) que son sometidos a cirugía de revascularización coronaria, la intervención con o sin bomba de circulación extracorpórea no supone el hallazgo de diferencias significativas en cuanto a la aparición de eventos isquémicos o alteraciones de la función renal, tanto a los 30 días como a largo plazo (12 meses).
Estos resultados avalan la estrategia adoptada por muchos grupos de revascularizar sin bomba de circulación extracorpórea a pacientes ancianos. No obstante, no es un estudio que apoye el uso de esta técnica para mejorar el pronóstico de estos pacientes. Hay que destacar que ambas técnicas pueden obtener resultados excelentes y que otros factores tales como la habilidad del equipo quirúrgico o la calidad de la institución son igualmente importantes.
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