Comentario del Autor: Dr. Ignacio J. Amat-Santos
La presencia de insuficiencia mitral moderada no supone mayor mortalidad a corto-medio plazo tras TAVI, pero se asocia a más re-hospitalizaciones. Por el contrario, la presencia de insuficiencia tricúspide moderada/grave implica mayor mortalidad. Por tanto, es necesaria una evaluación minuciosa de los mecanismos subyacentes en ambas insuficiencias valvulares para determinar la mejor estrategia terapéutica y evitar la futilidad del procedimiento TAVI.
La estenosis aórtica (EA) es la valvulopatía más frecuentemente tratada en nuestro entorno y la insuficiencia mitral (IM) la más prevalente. Durante años la insuficiencia tricúspide (IT) ha sido “el convidado de piedra”. El objetivo de este estudio fue determinar la prevalencia y evaluar el impacto pronóstico de la IT en pacientes sometidos a TAVI (1). Para evaluar su impacto de forma aislada se excluyeron los pacientes con IM grave cuya relevancia fue analizada en un estudio previo en esta población (2). De este modo se buscaba determinar qué pacientes podrían beneficiarse de una reparación valvular completa (quirúrgica o percutánea) o cuando es de esperar la futilidad del procedimiento TAVI. Se incluyeron un total de 813 pacientes procedentes de 6 centros sometidos a TAVI y que no presentaban IM significativa. De ellos el 37.3% tenían IM moderada y el resto ligera o nula. La IM moderada no se asoció a un incremento en la mortalidad, pero sí a una peor recuperación funcional y a más re-hospitalizaciones. Por su parte la insuficiencia tricúspide moderada o grave afectó al 25.7% de los pacientes sometidos a TAVI siendo más frecuente en los casos con IM moderada (42.7%) que en aquellos con IM ligera o nula (15.7%, p=0.001). La IT moderada o grave se asoció a mayor progresión de la IM, a más hipertensión pulmonar y al triple de mortalidad (hasta el 34% de los pacientes) a los 6 meses de seguimiento (p<0.001). Esta mayor mortalidad fue independiente de la hipertensión pulmonar y la función ventricular derecha lo que sugiere que la IT es en sí misma un marcador de mal pronóstico más allá de otros factores de la hemodinámica cardiaca derecha. Por tanto, aunque el procedimiento TAVI podría ser útil en ciertos pacientes con IT cuyo mecanismo sea la dilatación del anillo tricúspide secundaria a la patología valvular izquierda, en otros cuya IT se deba a patologías pulmonares (parenquimatosas o vasculares) se puede esperar una futilidad de implante de TAVI si no puede a su vez tratarse su patología pulmonar.
Referencias:
- Rev Esp Cardiol. - Tricuspid but not Mitral Regurgitation Determines Mortality After TAVI in Patients With Nonsevere Mitral Regurgitation.
- JACC Cardiovasc Interv. - Mitral Regurgitation After Transcatheter Aortic Valve Replacement: Prognosis, Imaging Predictors, and Potential Management.
Comentario del Dr. Ignacio J. Amat-Santos

El Dr. Amat-Santos se formó como cardiólogo en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid y en Estadística Aplicada a la Investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona. Posteriormente realizó un fellowship en Cardiología Intervencionista en el Quebec Heart & Lung institute (Quebec, Canadá). Así mismo, obtuvo un contrato "Río Hortega" por el Instituto de Salud Carlos III (Madrid, España) como investigador clínico. Durante el mismo, obtuvo el título de Doctor Cum Laude por una tesis centrada en el campo del tratamiento percutáneo de valvulopatías que mereció el primer premio extraordinario de su promoción. En la actualidad es cardiólogo intervencionista en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid y su campo de investigación gira entorno al tratamiento percutáneo de valvulopatías cardiacas y nuevas terapias percutáneas en insuficiencia cardiaca. En este terreno su actividad científica ha dado lugar a la publicación de más 70 artículos.