El artículo "Diez reglas simples para realizar buenas presentaciones orales" de Philip E. Bourne ofrece una guía práctica y directa para realizar presentaciones orales efectivas en entornos científicos, poniendo especial énfasis en cómo estructurar, presentar y comunicar ideas para optimizar el impacto en la audiencia. Estas reglas, aplicables a distintas disciplinas, se basan en principios de claridad, concisión y preparación. A continuación, desarrollo un resumen detallado de las recomendaciones planteadas en el artículo:
1. Hablar a la audiencia
La primera regla se centra en la importancia de preparar la presentación considerando el perfil de la audiencia. Bourne destaca que conocer el nivel de conocimientos, intereses y expectativas del público es fundamental para captar y mantener su atención. No se trata solo de mirar a la audiencia o mantener el contacto visual, sino de adaptar el contenido y el lenguaje de la presentación para que sea comprensible y relevante para ellos. Presentaciones fuera de contexto o que no responden a los intereses del público tienden a ser aburridas y desconectadas, y pueden generar indiferencia o desinterés.
2. Menos es más
Una de las equivocaciones comunes en presentaciones científicas es intentar abarcar demasiada información. Los presentadores novatos suelen sentir la necesidad de demostrar sus conocimientos profundos, pero esto frecuentemente lleva a una sobrecarga de información que diluye el mensaje principal y acorta el tiempo para preguntas y diálogo con la audiencia. Bourne recomienda una presentación breve y clara que despierte el interés y fomente la discusión en la sección de preguntas. Además, advierte que hablar rápidamente para cubrir demasiado material puede hacer que el mensaje se pierda.
3. Hablar solo cuando hay algo que decir
Bourne aconseja evitar ser excesivamente optimistas respecto al avance de la investigación o la disponibilidad de resultados finales al momento de la presentación. Es preferible omitir datos preliminares poco interesantes, y en cambio, centrarse en aspectos concretos y relevantes. Valorar el tiempo de la audiencia es clave, y presentar solo cuando se tiene algo significativo contribuye a mantener la profesionalidad y el interés de la presentación.
4. Hacer que el mensaje perdure
Un buen indicador de una presentación efectiva es la capacidad de la audiencia para recordar los puntos principales después de una semana. Bourne sugiere que una presentación efectiva debería dejar tres puntos clave en la memoria de los oyentes. Si el público retiene puntos distintos a los que se pretendían enfatizar, esto indica que el enfoque fue incorrecto. De esta forma, los puntos importantes deben ser comunicados con claridad y énfasis suficiente para que se graben en la memoria de la audiencia.
5. Ser lógico
Bourne compara la presentación con una historia, que necesita un inicio, desarrollo y cierre bien definidos. Comenzar estableciendo el contexto, desarrollar el tema central y finalizar con una conclusión clara permite estructurar la presentación de manera lógica y facilita la comprensión. Al narrar una historia con una secuencia clara, el presentador ayuda a la audiencia a seguir y comprender el flujo de ideas y el mensaje central.
6. Tratar el escenario como un escenario
Las presentaciones deben captar la atención del público, y una dosis adecuada de entretenimiento contribuye a este objetivo. Bourne sugiere utilizar el sentido del humor o anécdotas personales, pero solo si el presentador se siente cómodo y naturalmente hábil en estas áreas. La autenticidad es clave para evitar que la presentación parezca forzada. Un presentador que domine el “escenario” mejora la conexión con la audiencia y potencia la retención del mensaje.
7. Practicar y cronometrar la presentación
La preparación meticulosa y la práctica son fundamentales, especialmente para presentadores inexpertos. Bourne recomienda practicar lo suficiente para evitar la improvisación que puede conducir a errores o desvíos. Usar señales visuales ayuda a mantenerse dentro del tiempo estipulado, y cuanto más se practica, menos probabilidades hay de desviarse del guion. La experiencia mejora la habilidad de presentar, por lo que cualquier oportunidad para practicar, como en un club de revistas o como asistente de enseñanza, puede ser beneficiosa.
8. Usar efectos visuales de forma efectiva y moderada
Aunque algunos presentadores logran captar la atención sin ayudas visuales, Bourne destaca que muchos necesitan apoyo gráfico para presentar ciertos temas. Los gráficos y diagramas deben ser claros, breves y no recargados, complementando el mensaje verbal en lugar de distraer de él. Una regla práctica es evitar más de una diapositiva por minuto de presentación, para no sobrecargar la exposición ni exceder el tiempo. Los efectos visuales deben ser un apoyo visual para reforzar los puntos clave y no para leer de ellas.
9. Revisar grabaciones de la presentación
Escuchar y observar una grabación de la propia presentación permite identificar fallos y violaciones de las reglas establecidas. Bourne destaca que la autoevaluación es una herramienta poderosa para reconocer errores y corregir malos hábitos. Sin embargo, el proceso de corrección no es inmediato, y se requiere un esfuerzo constante para mejorar. Escuchar una grabación brinda una perspectiva externa y ayuda a refinar la presentación en futuras oportunidades.
10. Proveer agradecimientos adecuados
Reconocer las contribuciones de otras personas en la presentación es fundamental y debe hacerse de manera equilibrada. Agradecimientos excesivos o superficiales devalúan el reconocimiento de quienes realmente contribuyeron. Bourne sugiere que los agradecimientos pueden mencionarse al inicio o en el momento específico de la contribución, para una mayor claridad y relevancia.
Conclusión
Bourne concluye con una advertencia sobre la imprevisibilidad de la dinámica entre presentador y audiencia, ya que la recepción de una presentación no siempre es fácil de predecir. A veces, las expectativas del presentador pueden no coincidir con la respuesta de la audiencia, por lo que es importante estar abierto a la retroalimentación y continuar mejorando. Estos diez principios, cuando se aplican cuidadosamente, permiten al presentador comunicar sus ideas de forma clara, efectiva y memorable, ayudando así a difundir su trabajo científico y fortalecer su carrera profesional.
Este artículo es una guía valiosa para cualquiera que desee mejorar sus habilidades de presentación, proporcionando reglas simples y prácticas para optimizar la comunicación oral en un contexto científico.
Referencias:
- PLoS Comput Biol. - Ten simple rules for making good oral presentations