La fragilidad es una condición cada vez más frecuente en los pacientes y, especialmente frecuente en el paciente con insuficiencia cardiaca. La fuerte asociación entre el estado de fragilidad y la amplia gama de resultados adversos subraya la importancia de prevenir y tratar (incluso revertir) la fragilidad en la IC, que se ha convertido recientemente en un objetivo clave en el manejo de estos pacientes. Se han investigado programas de tratamiento interdisciplinarios y multifacéticos, incluyendo intervenciones nutricionales, ejercicio y otros estilos de vida, para el manejo de la fragilidad en la IC, aunque la evaluación geriátrica integral especializada puede ser la intervención más efectiva de este tipo.
Las terapias convencionales también pueden ser importantes para reducir el impacto de la fragilidad, disminuyendo el riesgo de hospitalización por IC y mejorando los síntomas. Los pacientes frágiles tienen menos probabilidades de recibir nuevos tratamientos farmacológicos porque el perfil de riesgo-beneficio se percibe como menos favorable que en los pacientes no frágiles.
Este estudio investigó la eficacia de sacubitrilo/valsartán según el estado de fragilidad en 4.796 pacientes con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada aleatorizados en el ensayo PARAGON-HF. La fragilidad se midió mediante el enfoque de déficit acumulado de Rockwood.
Se calculó un índice de fragilidad (IF) en 4.795 pacientes. En total, el 45,2% tenía fragilidad de clase 1 (FI ≤0,210, no frágil), el 43,5% tenía fragilidad de clase 2 (FI 0,211-0,310, más frágil), y el 11,4% tenía fragilidad de clase 3 (FI ≥0,311, más frágil). Hubo una relación graduada entre la clase de FI y la variable principal, con un riesgo significativamente mayor asociado a una mayor fragilidad (clase 1: referencia; razón de tasas clase 2: 2,19 [IC 95%: 1,85-2,60]; razón de tasas clase 3: 3,29 [IC 95%: 2,65-4,09]).
El efecto de sacubitril/valsartán frente a valsartán en el objetivo primario de menor a mayor clase de FI (como cociente de tasas) fue: 0,98 [IC del 95%: 0,76-1,27], 0,92 [IC del 95%: 0,76-1,12] y 0,69 [IC del 95%: 0,51-0,95]), respectivamente (Pinteracción = 0,23). Cuando se examinó la FI como variable continua, la interacción con el tratamiento fue significativa para el resultado primario (Pinteracción = 0,002) y el total de hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca (Pinteracción < 0,001), y los más frágiles obtuvieron mayores beneficios.
Debido a una mayor carga de comorbilidad, polifarmacia y menor tolerancia a los tratamientos, los pacientes frágiles pueden experimentar más reacciones adversas a los fármacos y ser más propensos a interrumpir el tratamiento. En este sentido, el estudio encontró una relación fuerte y graduada entre la IF y los acontecimientos adversos (excepto hipotensión) y la interrupción del tratamiento del ensayo aleatorizado (tanto sacubitril/valsartán como valsartán). Sin embargo, ninguno de los acontecimientos adversos preespecificados, caídas y fracturas, o interrupción del tratamiento del ensayo fueron más frecuentes en el grupo de sacubitrilo/valsartán, en comparación con el grupo de valsartán, en ninguna clase de fragilidad.
Referencias:
- J Am Coll Cardiol. Sacubitril/Valsartan and Frailty in Patients With Heart Failure and Preserved Ejection Fraction.
Comentario de la Dra. Carolina Ortiz Cortés
Licenciada en Medicina y Cirugía. Máster Universitario en investigación en ciencias de la salud por la UNEX. Master en Insuficiencia Cardiaca por la UIMP. Cardióloga en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca. Coordinadora del Proceso Asistencial de la Insuficiencia Cardíaca en Extremadura. Vicesecretaria de la Sociedad Española de Cardiología. Editora científica de @Cardioteca.